COLUMNA INVITADA

Los datos detrás de las inundaciones de Tabasco

Las decisiones presidenciales han destruido infraestructura, truncado proyectos de vida y ahogado sueños de desarrollo para miles de familias tabasqueñas

OPINIÓN

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Fausto Barajas/ Colaborador/ Opinión El Heraldo de México

La población de Tabasco está sufriendo las decisiones políticas de destrucción de su coterráneo que ocupa la silla presidencial. A continuación, algunos elementos para entender el origen de la tragedia.
• El detonante. El 18 de octubre el presidente de la república intervino para cambiar el manejo de la presa peñitas en el río Grijalva. Dijo que con su estrategia ya no se inundaría Tabasco. Dejó de lado el protocolo de un desfogue paulatino de las presas para tener un margen de seguridad ante el aumento de las lluvias.
• La terca realidad. Dos semanas después de la intervención presidencial y el aumento de las lluvias dejó a Tabasco bajo el agua.
• La decisión atroz. Con una intervención alejada de los protocolos de manejo de las presas y de protección civil, el presidente López Obrador tomó la decisión de inundar a las poblaciones más pobres de Tabasco con la supuesta intención de evitar la inundación en la capital del estado.
Las lluvias de la primera semana de noviembre de 2020 en la presa peñitas alcanzaron un acumulado del orden de 300 milímetros en 48 horas, se ha dicho que han sido las más voluminosas de la historia; sin embargo, están por debajo de las de octubre de 2007, donde se alcanzaron niveles de más de 400 milímetros.
La catástrofe en Tabasco no solo se explica por las decisiones de los meses de octubre y noviembre, obedece a decisiones ulteriores del gobierno presente y el anterior que deterioraron las capacidades para enfrentar estos desastres, aquí algunos datos:
• El gobierno federal durante la administración del presidente Peña Nieto dejó de realizar las obras del Plan Hídrico Integral de Tabasco diseñado técnicamente después de las inundaciones de 2007.
• Con la llegada del Presidente López Obrador se desmantelaron las capacidades técnicas de la CONAGUA para el manejo de las presas y se recortaron los recursos para dar mantenimiento a la infraestructura existente.
• En octubre de 2020 el presidente y su partido político Morena se apropiaron del Fondo de Desastres Naturales, dejando desprotegidos a los afectados en Tabasco. La ayuda empezó a fluir a cuentagotas dos semanas después de la inundación. Los damnificados son miles y el gobierno apenas está tratando de censarlos.
• Se dejó de invertir en el sector hídrico. En pesos constantes de 2020,  el gobierno del Presidente Calderón destinó 17 mil millones de pesos en inversión a través de la CONAGUA, con el presidente Peña se invirtieron 12 mil millones de pesos en 2018, pero con la llegada de López Obrador la inversión cayó a solo 7 mil millones en 2019 y a 6 mil millones de pesos en 2020.
El abandono de Tabasco también se observa en otros sectores. En materia carretera el gobierno actual tiene previsto la construcción de 63 kilómetros en 2020 para todo el país, si para todo México, mientras que el gobierno del presidente Calderón hizo más de 60 km en promedio por año solo en Tabasco.

Las decisiones presidenciales han destruido infraestructura, truncado proyectos de vida y ahogado sueños de desarrollo para miles de familias tabasqueñas.

 

POR FAUSTO BARAJAS
ESPECIALISTA EN POLÍTICAS PÚBLICAS
@FAUSTOBARAJAS
FAUSTO1707@YAHOO.COM.MX