DESDE AFUERA

Biden, ante cuatro años de problemas...

Como demuestra la historia reciente de Estados Unidos, es mucho más fácil destruir que construir

OPINIÓN

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José Carreño Figueras/ Desde Afuera/ Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: FOTO: Especial

Si usted es un simpatizante de Donald Trump bien podría sentirse tranquilo por su futuro y soñar con su retorno en 2024.

Pero si es uno de sus críticos, haría bien en prepararse para cuatro años de problemas.

Después de todo, como demuestra la historia reciente de Estados Unidos, es mucho más fácil destruir que construir, prometer resulta menos complicado y más remunerador que cumplir.

El lunes, Trump anunció su autorización para que la Administración de Servicios Generales (GSA), una oscura, pero importante dependencia del gobierno, iniciara su colaboración con el equipo de Joe Biden para facilitar el proceso de transición. Fue un reconocimiento tácito, pero no explícito de derrota electoral, y nadie familiarizado con Trump espera que algo así pase por los labios del magnate.

Al contrario, lo más probable es que el aún mandatario pase los próximos años empeñado en proclamar y subrayar que fue el ganador legítimo de una elección que considera trucada con millones de votos ilegales.

Y sin duda habrá quienes se lo crean.

Pero ese no sería un problema mayor, si no fuese porque un Trump herido en su ego, se ha convertido en un caudillo con la atención de millones de estadounidenses, que por cualesquier razón creen en él y lo hacen dueño casi absoluto de un Partido Republicano rebasado en lo interno, pero al mismo tiempo mantiene una fuerza considerable en el Congreso que le permitirá obstruir, y hasta impedir políticas.

En los primeros años de la década reciente, el empresario millonario Donald Trump se convirtió en el mayor promotor de la tesis de que el entonces presidente Barack Obama no había nacido en Estados Unidos y por tanto su Presidencia era ilegal.

Entre 2010 y 2014 Trump fue un incansable propagandista de su idea, y aprovechó el perfil alcanzado como protagonista de un popular programa de televisión para convertirse en el vocero de un sector estadounidense que por cualesquiera razones, se sentía agraviado por la presencia y las políticas de Obama en la Casa Blanca.

No son pocos los analistas que piensan que la prominencia alcanzada por Trump gracias a esa campaña sirvió luego como base de su exitosa campaña presidencial en 2016, al popularizar su nombre y opiniones.

Obama, en su momento, se vio obligado a mostrar su acta de nacimiento y responder públicamente, pero hasta la fecha hay muchos convencidos de que efectivamente no nació en Estados Unidos y no fue un Presidente legítimo, aunque el ser de madre estadounidense lo hace ciudadano por nacimiento.

En su momento, Trump lo aceptó sin conceder. 

Puede asegurarse que luego de una campaña electoral tan emocional, con un resultado tan relativamente estrecho, muchos estadounidenses sostendrán que la elección de Joe Biden fue ilegítima. De hecho, 52 por ciento de los republicanos lo creen, porque eso es lo que quieren creer.

Y Trump lo va a aprovechar. 

 

POR JOSÉ CARREÑO
JOSE.CARRENO@ELHERALDODEMEXICO.COM
@CARRENOJOSE1