COLUMNA INVITADA

Geopolítica china: La importancia de la ruta de la seda en el siglo 21

Parece ser la primera ficha del dominó que el gigante asiático construyó alrededor de una de las rutas más significativas

OPINIÓN

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Héctor Fernando Morán Castro/ Colaboradora/ Opinión El Heraldo de México Créditos: Foto: Especial

La Ruta de la Seda se abrió oficialmente en el 130 a. C., cuando el emperador chino envió a su embajador Zhang Quian en una misión diplomática que buscaba nuevos aliados. 

Desde aquel entonces esta ruta ha conectado China con el Mediterráneo, donde el intercambio era cultural, tecnológico y comercial. 

Hoy, las cosas son diferentes, en un mundo globalizado, es necesario tener las herramientas para competir. 

China es una potencia ambiciosa, que busca el dominio regional a corto plazo y el dominio global a largo plazo. Y a través de la ‘‘Belt and Road Initiative’’ que surgen como su intento parecer un país benevolente con potencial de liderazgo.

El proyecto de China consta de dos componentes: la Iniciativa Marítima de la Ruta de la Seda es un proyecto geopolítico que involucra a varios actores (gobiernos, empresas privadas y empresas estatales chinas) en una serie de escalas geográficas (ciudades, provincias, estados y continentes). 

Mientras que la Franja Económica de la Ruta de la Seda es una iniciativa de desarrollo comercial y de infraestructura que beneficia a todos los involucrados para brindar estabilidad. Consolida las inversiones económicas existentes, y claro, protege los intereses de seguridad de Beijing

Asimismo, se puede prever que hay planes para crear nuevos proyectos para vincular las regiones de Asia Central y Asia Meridional con China. 

Esta parece ser la primera ficha del dominó que el gigante asiático ha construido alrededor de una de las rutas más significativas e importantes. 

Los efectos de esto sería una constante expansión de los intereses de seguridad nacional chinos hacia el oeste, utilizando Medio Oriente y África para conectarse con Europa de manera directa.

Pero no todo es miel sobre hojuelas, y China está consciente de esto. 

Desde el cambio de siglo, el Medio Oriente ha experimentado una profunda transformación que 

ha expuesto a la región bajo latentes amenazas geopolíticas e inestabilidad. 

Dado que el orden regional y las relaciones internacionales aún deben alcanzar un nuevo equilibrio, así como una resolución a algunos de los conflictos más importantes de la región. 

China probablemente busque mediante su poder económico reestructurar la región, esto podría desencadenar fácilmente conflictos geopolíticos, incluso guerras, y generar una mayor incertidumbre y riesgo en la construcción de la nueva Ruta de la Seda y los proyectos que Beijing impulsa al exterior.

 

POR HÉCTOR FERNANDO MORÁN
COLABORADOR
@CALLMEFERNANDO_