Hace 11 años, cuando el PAN, el PRD, el PT y Convergencia Democrática amenazaron con crear una alianza para enfrentar al PRI en las elecciones de julio de 2010, los priistas se rasgaron las vestiduras y estuvieron a punto del suicidio colectivo; tenían miedo de que si cuajaba obstaculizaran la loca carrera de Enrique Peña Nieto para llegar a Los Pinos y movieron cielo, mar y tierra para que la propuesta de César Nava, dirigente del PAN, no prosperara.
Distinguidos priistas y uno que otro panista calificaron las alianzas de “pervertidas casi gais”, de “antinatura”, grotescas, surrealistas, antidemocráticas y fraudulentas. Al final, el PAN (que estaba en el poder para quienes lo hayan olvidado) y el PRI firmaron el Pacto de Bucareli para no participar en ninguna alianza y hacer sus cochinadas. En 2016 el PAN y el PRD trataron de formar otra alianza para participar en las elecciones de ese año y en las de 2018, pero los silenciaron a billetazos, dicen los malosos.
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Antes de la estrepitosa derrota del PRI en las elecciones de 2016, Manlio Fabio Beltrones, dirigente del tricolor, afirmaba que las alianzas que se hacen entre partidos políticos no sólo deben tener el objetivo de ganar elecciones, sino garantizar gobernabilidad, estabilidad y proyectos comunes que le den certidumbre a la población; programas económicos que nos saquen de la mediocridad; políticas sociales que combatan la pobreza y la desigualdad; estrategias fregonas para combatir la corrupción; planes ídem para acabar con la inseguridad… Las alianzas entre el PAN y el PRD lo único que generan es ganar alguna elección –en ocasiones–, pero al final no dan gobernabilidad, exponía.
Hoy, el dirigente del PRI, Alejandro Moreno, promueve junto, con el PAN y el PRD, una alianza para derrotar a Morena en las elecciones de 2021. “Trabajamos en las 15 gubernaturas, 300 distritos federales, mil diputados locales y dos mil 300 municipios, pero son pláticas, acuerdos que estamos construyendo y, que en tiempo y forma, habrá de presentarse si tenemos un acuerdo”, señaló. Y añadió: “Ha quedado claro que la mejor oposición no es la protesta, es la que con votos gana las elecciones”. ¿O sea que Frenaaa, México Sí y otros movimientos que surjan con el mismo fin nada más están haciéndole al ensarapado? ¿Los gobernadores de la Alianza Federalista van a atender el llamado de Alito y de los impresentables Chuchos? ¿Dónde están los priistas que hace 10 años decían que las alianzas eran pervertidas y otras cosas horribles, horribles?, pregunta el respetable. ¡Pues a lo mejor ya cambiaron de bando, pensaría cualquiera!
AGENDA PREVIA
Una encuesta de la Asociación internacional de Presidentes Universitarios, en conjunto con Santander Universidades, encontró que la pandemia generará impactos económicos en matriculación y en necesidades de infraestructura en las universidades; 70% de éstas espera que sus programas sean híbridos (presencial y en línea) a partir de ahora.
POR LUIS SOTO
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