La respuesta de la Secretaría de Relaciones Exteriores a la detención en Estados Unidos del ex secretario de la Defensa Nacional, general Salvador Cienfuegos, ha sido “menos que tibia”.
Me parece —apunta Javier Oliva Posada, especialista en temas de Seguridad Nacional— que debiera haber un verdadero esfuerzo, del mejor nivel, no digo que la embajadora (Martha) Bárcena, pero sí un funcionario: el segundo más importante de la embajada, que debiera estar apersonado afuera de la prisión de Los Ángeles, porque estamos hablando de un representante de las Fuerzas Armadas.
No es lo mismo los derechos consulares de un defraudador, de un delincuente confeso que lavó dinero comprando caballos, comprando ranchos en San Louis Missouri, al secretario de la Defensa en el sexenio pasado.
El general Cienfuegos —subraya el doctor en Ciencia Política— requiere una asistencia de primer nivel, un funcionario que demuestre que esto no es un asunto de sexenio.
Porque esto es un asunto que tiene que ver con la dinámica del Estado mexicano, con la proyección de sus intereses nacionales.
“El nivel de importancia estratégico-militar que tiene este aspecto no debiera ser trastocado por esta…, como no hay pruebas, yo lo podría calificar como una afrenta al Estado mexicano en su conjunto”.
El doctor Oliva plantea la situación de este otro modo, con una interrogante, para darle contexto al significado de esta detención en la que aún no se ha presentado prueba alguna de las imputaciones: ¿una de las 17 agencias de inteligencia y seguridad de Estados Unidos (la DEA) poniendo bajo acoso al Estado mexicano?
Así estamos. Y eso lo que indica “es un nivel de operación política de parte nuestra bastante pobre”.
Llama la atención el hecho de que Mike Pompeo, titular del Departamento de Estado de los Estados Unidos, no se haya pronunciado respecto de la detención del general Salvador Cienfuegos, el general secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Indudablemente estamos “en el punto más bajo” de la relación de cooperación en materia de seguridad entre México y Estados Unidos, por lo menos en el siglo XXI. De eso no hay duda, asentó el profesor-investigador de la UNAM en la entrevista para El Heraldo TV.
Por ello, y en este contexto Oliva consideró “muy desafortunada” la renuncia de Alfonso Durazo a la Secretaría de Seguridad para buscar la candidatura de su partido a la gubernatura de Sonora.
“Me parece —además de atender a sus apetitos personales por encima de la tragedia que vive el país—, que lo hace en lo que a mí me parece la peor crisis en materia de seguridad con Estados Unidos, por lo menos desde que los civiles gobiernan este país”, reprochó.
Asesor y conferencista en el Colegio de Defensa y en el Centro de Estudios Superiores Navales, el especialista
—quien por ahora sólo ha tenido reuniones virtuales con los elementos militares debido a la pandemia— infiere que el arresto del general Cienfuegos, “al tratarse de un militar de tan brillante trayectoria, que debe haber algo más que un ambiente de sorpresa; puede ser que haya incluso un tanto de desconcierto a propósito de esta acción”.
Y, por supuesto, anota el agravio por la forma en la que se detuvo al general y la manera como se le ha tratado —de ello sí hay testimonio—: no sólo detienen al general, sino que a su esposa, sus dos hijas y dos de sus nietas que recibieron un trato ríspido de las autoridades. Y cuando presentan al general ante la Corte de Los Ángeles cometen el abuso de esposarle los tobillos y las muñecas.
•••
GEMAS: Obsequio del presidente Andrés Manuel López Obrador a congresistas norteamericanos que lo acusan de violar el espíritu del T-MEC en materia energética: “A mí no me paga Repsol, me pagan los mexicanos para servirles”.
POR MARTHA ANAYA
MARTHAMERCEDESA@GMAIL.COM
@MARTHAANAYA