Si está pensando en irse, próximamente, de fin de semana o vacaciones a Puerto Escondido, Oaxaca, mejor piénselo dos veces.
Hoy, los turistas ya no sólo temen a la delincuencia, sino también a la policía municipal. El caso más reciente ocurrió la semana pasada: un grupo de visitantes de la Ciudad de México fue rodeado, esposado y sometido por policías municipales. ¿El motivo? Una falta administrativa en la playa. ¿No hubiera sido más fácil levantarles una multa? Minutos después los soltaron rápidamente, pero sólo porque alguien en la frecuencia de radio reportó el abuso. No fue un caso aislado. En diciembre pasado ocurrió algo similar, con el mismo modus operandi. Ya ni hablar del dinero que les exigieron los policías minutos antes de liberarlos.
Iván Mijangos Peña asumió como nuevo agente municipal de Puerto Escondido el pasado 26 de enero. Seguramente ya está enterado de los problemas de seguridad que han convertido a este destino en un paraíso perdido. Su reto es frenar los abusos policiacos antes de que terminen de sepultar el turismo en la zona.
Mijangos Peña tiene de dos: ser parte del problema o parte de la solución. Porque si la policía de Puerto Escondido sigue actuando como banda de asaltantes con placa, el turismo y la economía local se desplomarán.
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GOLPE EN EL EDOMEX. El asesinato de Mario Alberto Jiménez Castro, alias “El Kastor”, en Calimaya, Estado de México, no es un asunto menor. Identificado como operador de Los Chapitos, la DEA ofrecía hasta un millón de dólares por su captura.
Este hecho cobra relevancia en un contexto donde el gobierno del Estado de México, en coordinación con autoridades federales en materia de seguridad, ha intensificado sus acciones en contra de la delincuencia organizada. Más aún, en medio de los compromisos y acuerdos entre México y Estados Unidos en la lucha contra el crimen organizado.
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VERACRUZ ENTRE RUPTURAS, REPROCHES Y EL PAN EN LA MIRA. En Veracruz, las alianzas opositoras se desmoronaron antes de empezar. El PRI y el PAN anunciaron, por separado, que no lograron acuerdos y competirán solos en las elecciones municipales. Mientras el blanquiazul argumenta que no hubo condiciones para una coalición, el PRI los acusa traidores y doble cara por favorecer a Morena desde dentro. Adolfo Ramírez Arana, dirigente tricolor, dijo que hay panistas que están operando para Morena.
El PT, por su parte, dejó colgados a Morena y al PVEM al no presentarse a firmar su alianza ante el órgano electoral. Oficialmente, el desacuerdo es por el reparto de candidaturas, pero en los pasillos de la política veracruzana se dice que el partido de la estrella busca vender caro su apoyo. Con este escenario, Morena y sus aliados llegan fragmentados, y la oposición, dividida y a los golpes. La elección del 1° de junio promete más traiciones que acuerdos.
Nos vemos a las 8 por el 8
POR SOFÍA GARCÍA
COLABORADORA
@SOFIGARCIAMX
PAL