LIBERTAD BAJO PALABRA

Todos los caminos llevan a Peña Nieto

Tres ex integrantes de su gabinete enfrentan formalmente acusaciones y son señalados por su presunta responsabilidad en delitos de diversa naturaleza

OPINIÓN

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Enrique Rodríguez / Libertad bajo palabra / Opinión El Heraldo de MéxicoCréditos: Especial

Tres ex integrantes de su gabinete enfrentan formalmente acusaciones y son señalados por su presunta responsabilidad en delitos de diversa naturaleza; Rosario Robles, Emilio Lozoya Austin y ahora la detención bomba del General Salvador Cienfuegos Zepeda a instancias de una investigación de la DEA, que no se confió a las autoridades mexicanas y que al ser confirmada oficialmente vía twitter por el canciller Marcelo Ebrard, ratificó el desconocimiento que se tenía de los alcances de la indagatoria internacional sobre el que fue secretario de la Defensa Nacional. Gravísima coyuntura, que cimbra a las fuerzas armadas e inevitablemente cierra el cerco hacia Enrique Peña Nieto.

Si a estos 3 casos sumamos el encarcelamiento de Juan Collado, abogado de todas las confianzas del ex Presidente mexiquense, la persecución y renuncia del ex ministro de la Corte, Eduardo Medina Mora, quien dirigió el CISEN, la entonces PGR y también fue embajador en los Estados Unidos, el mapeo de los señalamientos pone en el centro al último inquilino de los Pinos.

Si se pactó en la transición presidencial de 2018 que Peña no sería alcanzado judicialmente, los eventos de los últimos meses hacen poner en duda la efectividad de ese ofrecimiento. Andrés Manuel López Obrador ha sido cuidadoso con su antecesor y prefirió endosarle a la Suprema Corte la legitimación de una consulta injustificable a la luz del derecho, para preguntar al pueblo si se debe enjuiciar a los ex mandatarios. Los ministros pagaron institucionalmente el elevadísimo costo político que AMLO no quiso cargar y además lo aprovechó como otro distractor en la coyuntura del desastre humanitario de la pandemia.

La detención de Cienfuegos en Los Ángeles no es mérito de la 4T, como algunos zalameros del régimen han tratado de establecer. En comunicación oficial fechada el 16 de octubre dirigida por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos a la jueza Carol B. Ammon, titular de la Fiscalía Federal para el Este de Brooklyn, solicitó el arresto permanente del militar mexicano por presuntas actividades criminales vinculadas al cártel de Nayarit, liderado por Juan Francisco Patrón Sánchez alias “El H-2” abatido en 2017 por marinos y ligado al cártel de los Beltrán Leyva. Habrá que ver la calidad de pruebas que presentará el gobierno de Donald Trump contra Cienfuegos por narcotráfico y lavado de dinero. Según la Fiscalía del Este de Brooklyn en Nueva York, existen múltiples mensajes interceptados de Blackberry, que revelan comprometedores intercambios de información para facilitar operaciones criminales de ese grupo del narco en la costa del Pacífico mexicano. Suponiendo, sin conceder, prejuzgar o violentar el derecho de presunción de inocencia de Cienfuegos, ¿no resulta inverosímil que el exsecretario de la Defensa, haya tenido el descuido infantil de intercambiar información tan comprometedora con narcotraficantes a través de un dispositivo móvil?

No hubo operativo conjunto. Más allá de la lectura simplista cargada de ideología que los voceros oficiosos de AMLO han circulado en redes sociales, un hecho tan grave necesariamente involucra al Estado mexicano como institución. Es un tema de la mayor trascendencia para la seguridad nacional, independientemente de las etiquetas políticas de los gobiernos involucrados. En los Estados Unidos la aplicación de la ley no se consulta y es así, que por primera vez en la historia de México un ex secretario de la Defensa, se convertirá en el militar de mayor rango juzgado por narcotráfico. En este delicado contexto la vía doméstica para oficializar la detención fue un aviso a toro pasado del embajador norteamericano, citado en un tuit publicado desde la cuenta de Ebard el jueves a las 21:04 de la noche.

No se puede desvincular, este bombazo mediático del contexto político de la carrera presidencial entre Trump y Biden, cuyo desenlace conoceremos el 3 de noviembre. Para López Obrador es necesariamente un gran foco rojo, en el que ya no podrá aplicar a raja tabla su fórmula mágica para desaparecer instituciones infectadas de corrupción.

Nadie en nuestro país puede afirmar sin faltar a la verdad, que ya sabía lo que venía con el General Cienfuegos, una cosa es supuestamente haberse enterado a través de un rumor de alto nivel comunicado por la embajadora en Washington hace 15 días y otra muy distinta es colaborar formalmente en una investigación de estos alcances y conocerla previamente por vías oficiales. Mister Trump no quiso correr riesgos y avanzó solo con la DEA, porque allá no confían en nuestro sistema de procuración e impartición de justicia, ni en los ánimos populistas para realizar descabelladas consultas que resolverán a quién se juzga o no.

EDICTOS

¡Es un honor estar en las listas de Obrador! Mi nombre y el registro de los recientes artículos publicados en El Heraldo de México integró el reporte que menciona a decenas de reconocidos y muy respetados colegas. El Presidente López Obrador nos recrimina el ejercicio de nuestro derecho a la libertad de expresión, increíble pero cierto. A pesar de que el reproche implica su malestar y nos sitúa como blanco de sus fanáticos, me complace integrar la lista de quienes ejercemos el oficio periodístico, sin buscar el agrado del poder y con dignidad lo cuestionamos con argumentos. Valoro mucho la libertad que mi casa editorial garantiza en cada columna que escribo para ustedes y eso me compromete aún más.

 

POR ENRIQUE RODRÍGUEZ

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@JENROMA27