LA ENCERRONA

Los Olvidados de la 4T

El desabasto de medicinas en todo el territorio nacional parece estar fuera de la agenda del presidente López Obrador

OPINIÓN

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Adriana Sarur / La Encerrona Créditos: Especial

En estas semanas, la vida pública del partido del Presidente, Morena, se encuentra en una batalla interna para definir su dirigencia, los actuales diputados Mario Delgado y Porfirio Muñoz Ledo son los finalistas de la contienda y se ha desatado una serie de dimes y diretes entre toda la organización; incluso López Obrador, quien comentó en meses pasados que no se involucraría en temas partidistas, lo ha hecho con exabruptos y amenazas de abandonar el vehículo que lo llevó a Palacio Nacional.

De igual manera, el lunes la charla y el foco de atención fue la reiterada solicitud a las autoridades españolas a disculparse por la Conquista; previamente, la consulta para enjuiciar a expresidentes y el papel de SCJN; antes fue manifestación en el Zócalo por parte de Frenaaa; días atrás la no-rifa del avión, y así podríamos mencionar un sinfín de temas proclamados en las conferencias matutinas de López Obrador, pero ninguno de estos con tanta relevancia como el desabasto de medicinas en todo el territorio nacional. Esta problemática parece que está fuera de su agenda y que, exhibido por los hechos, no le importa demasiado.

Este problema comenzó casi a la par de su arribo al Ejecutivo, pues, como ha hecho en otros temas, decidió detener el suministro de medicamentos aludiendo a corrupción en la compra-venta, así como en la distribución. 

Lo que no alcanza a ver el Presidente, ni tampoco nadie —con derecho de picaporte— le dice, es que al hacer esto pone en riesgo a miles de personas con VIH y otras miles personas, entre ellas a niñas y niños con cáncer. Y así, como en los demás casos, la culpa no es de su gobierno, sino de los conservadores, de los neoliberales, de las farmacéuticas que quieren extorsionar a la llamada Cuarta Transformación. No alcanzan a dimensionar que cada uno de estos niños y niñas no son cifras ni argumentos de sus mañaneras, son historias de vida, y que el Estado tendría que mirar por ellos. 

No entiende que el cáncer es la segunda causa de muerte en infantes en nuestro país, solo detrás de los accidentes. No quiere entender que esta enfermedad no la genera ni la corrupción, ni la oposición, ni la conquista española, etc. Ahora dice que sí ha comprado suficiente medicina oncológica, pero que fueron robadas 38 mil piezas de medicamento contra el cáncer. Quienes lo padecen y sus familiares no tienen culpa alguna de las deficiencias de su gobierno.

Las muestras de insensibilidad son brutales. Además de las personas, ya sean adultas, adolescentes, niños y niñas con cáncer, que han decidido olvidar, están las más de 84 mil defunciones por COVID-19 debido a una estrategia mal diseñada e implementada por parte de esta administración. Preocupa en demasía que este gobierno, el cual repite como mantra “primero los pobres”, no se ocupe de las problemáticas que lastiman principalmente a las clases más desfavorecidas. 

La 4T ha olvidado a quienes más necesitan del gobierno y eso lo debemos de tener presente en los momentos en que se definan a las y los nuevos legisladores y próximos gobernantes locales. 

 

POR ADRIANA SARUR

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