El evento promueve el trabajo en equipo y la solidaridad

FIRST Laguna Regional: Un encuentro de ingenio, colaboración y aprendizaje

Más de 1,200 jóvenes han viajado al evento

FIRST Laguna Regional: Un encuentro de ingenio, colaboración y aprendizaje
El certamen es un semillero de talentos Foto: Ethel Arredondo

El FIRST Laguna Regional ha comenzado en el auditorio del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), en su campus de Torreón, Coahuila, reuniendo a 42 equipos provenientes de 10 estados de la República Mexicana. Más de 1,200 jóvenes de secundaria y preparatoria han viajado hasta Torreón para participar en este desafío de robótica, impulsado por Peñoles, que no solo pone a prueba sus habilidades técnicas, sino que también se convierte en una plataforma para el desarrollo personal y comunitario.

"Hemos tenido un primer día de jornada muy intenso y emocionante, donde los equipos están reencontrándose y demostrando de lo que son capaces", expresa Silvia Landeros, gerente de comunicación externa de Met Mex Peñoles. "No se trata solo de armar un robot, sino también de crear proyectos que beneficien a las comunidades en las que estos jóvenes viven".

El evento cuenta con la participación de jovenes de toda la república. Foto: Ethel Arredondo

La empresa apoya a 25 equipos, integrados por alrededor de 800 jóvenes, que desde hoy ponen a prueba sus creaciones en los partidos de prueba. "Ayer fue el momento para hacer ajustes y probar mejoras. Hoy, viernes, la competencia arrancó oficialmente, y ahora sí es la hora de la verdad", explica Landeros.

Más de 150 voluntarios se encargan de garantizar el buen funcionamiento de cada fase del torneo. "La cancha es el espacio más visible, pero también existe un área llamada 'pits', donde los equipos tienen sus robots y pueden hacer las últimas modificaciones. Este espacio está cerrado al público porque los chicos deben concentrarse completamente en sus proyectos", comenta Landeros.

Sin embargo, más allá de la competencia, este evento también promueve el trabajo en equipo y la solidaridad. "Algo muy interesante de esta competencia es que también se premia la colaboración", destaca Landeros. "Los jóvenes no solo enfrentan desafíos técnicos, sino que aprenden a trabajar juntos, a compartir conocimientos y a generar redes de apoyo".

El ingenio y la creatividad es el común denominador del certamen. Foto: Ethel Arredondo

Este evento refuerza, además, el aprendizaje colaborativo y el desarrollo de habilidades sociales. "Muchos hablamos de la importancia del trabajo en equipo, pero solo cuando nos enfrentamos a un problema real y buscamos una solución conjunta, comprendemos su verdadero valor", reflexiona Landeros.

Innovación, aprendizaje y comunidad

Tras el arranque del evento, se conoce más de cerca la experiencia de los jóvenes participantes, sus aprendizajes y sus sueños dentro de la competencia. Angélica y Emilio, integrantes del equipo SETMOB 4401, comparten su vivencia en esta edición.

"Nosotros pertenecemos al equipo SETMOB 4401. Ambos estudiamos en el SETLAR, pero yo vengo desde Teloloapan, Guerrero", explica Angélica. Emilio, por su parte, agrega: "Yo soy de Sombrerete, Zacatecas, y es nuestra primera vez participando en esta competencia". Ambos jóvenes reflejan el carácter nacional del evento, que reúne talentos de distintas partes del país.

Mucho más que construir un robot

Para Angélica, la experiencia ha sido desafiante desde la planeación. "Ha sido más que nada de preparación, saber cómo presentarnos y todo el proceso detrás del robot. Nosotros estamos en el área de administración, por lo que nos encargamos de revisar los manuales, el equipo y todo lo necesario".

El robot que presentan cuenta con un mecanismo innovador. "Consiste en un dispositivo para recoger algas, que funciona gracias a la fricción de las llantas, y una garra diseñada especialmente para este propósito", detallan.

El camino hasta la competencia

Emilio comenta que formar parte del equipo fue un proceso riguroso. "Para entrar al club en la escuela de San José, primero debes pasar exámenes psicométricos y de salud. Una vez dentro, nos hablaron sobre la competencia y las distintas áreas en las que podíamos participar. Angélica y yo elegimos administración porque nos llamó más la atención".

El evento es cubierto por El Heraldo Laguna. Foto: Ethel Arredondo

Desde su área, han desarrollado actividades clave. "Nos encargamos de los manuales técnicos de sostenibilidad e impacto, diseñamos las camisetas y la botarga del equipo. Además, realizamos un pequeño emprendimiento dentro de la escuela para recaudar fondos en caso de emergencia", menciona Emilio.

Angélica destaca que su mayor aprendizaje ha sido la parte técnica del robot. "A pesar de estar en administración, he aprendido sobre mecánica y electricidad. Ver a mis compañeros diseñar mecanismos ha sido lo que más me ha gustado", comenta con entusiasmo.

Sin embargo, más allá de la parte técnica, los participantes también han desarrollado habilidades socioemocionales. "Venimos de distintas culturas, hablamos diferente e incluso tenemos gustos distintos en comida. Al principio fue un choque, pero nos acostumbramos y aprendimos a entendernos", confiesa Angélica. Emilio coincide: "Es un reto porque no nos conocíamos previamente, como otros equipos, pero eso nos enriquece. Representamos a Zacatecas, Durango, Coahuila, Guerrero, Estado de México, Sonora y Chihuahua".

Al preguntarles sobre sus aspiraciones, Emilio no duda: "Queremos ganar la competencia y tres premios: el de seguridad, el de ingeniería y el de diseño". Pero su legado va más allá de esta edición. "Cada año nuestro equipo se renueva, así que buscamos formas de facilitarles el camino a los siguientes integrantes". Para Angélica, el significado es claro: "Esperamos que las futuras generaciones puedan continuar y fortalecer este proyecto".

FIRST Robotics no solo impulsa el talento técnico, sino que también forma una comunidad de jóvenes preparados para desafiar el futuro con innovación y trabajo en equipo.

El talento joven que impulsa la robótica y la conservación ambiental

Dentro de la competencia FIRST Robotics en Torreón, se han presentado diversas historias de esfuerzo y dedicación. Entre ellas, destaca la de Fanny Hernández y Octavio Ramírez, integrantes del equipo Eolotics 7018, quienes viajaron 36 horas desde el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca, para formar parte de este evento tecnológico.

Desde su llegada, Fanny y Octavio se mostraron emocionados por la competencia y listos para poner a prueba su robot, Leviatán, diseñado específicamente para el reto de este año, enfocado en la protección de arrecifes y ecosistemas marinos. Su robot cuenta con cuatro mecanismos principales, incluyendo un elevador, un variador de ángulo (denominado INTECH) y un escalador. El mayor desafío fue diseñar un mecanismo de ingesta capaz de cumplir dos misiones simultáneas: recolectar algas y corales.

"Fue un reto enorme, probamos varios diseños, hicimos ajustes constantes y, al final, logramos desarrollar un mecanismo en forma de 'Y' que permite capturar ambos elementos de manera eficiente", explicó Octavio. La escasez de materiales y el tiempo limitado fueron dificultades adicionales, pero el equipo demostró su capacidad de innovación al adaptar piezas recicladas y ajustar sus diseños hasta obtener el resultado esperado.

Más allá de la competencia, el equipo Eolotics también destaca por su compromiso con el impacto social y ambiental. Uno de sus proyectos más innovadores es un sistema de identificación para la conservación de tortugas marinas en colaboración con la asociación Vive Mar. Actualmente, el rastreo de tortugas se realiza con chips invasivos que pueden perjudicar a los animales. Eolotics propone una solución alternativa basada en el escaneo de los patrones de su caparazón, que funcionan como una huella dactilar única.

"Este sistema permitiría monitorear a las tortugas sin necesidad de implantes, ayudando a combatir el mercado negro y el tráfico ilegal", explicó Fanny. El proyecto está en fase de desarrollo y ya cuenta con un prototipo funcional que puede identificar tortugas a partir de sus marcas naturales.

Historias como la de Fanny y Octavio demuestran el impacto positivo de la tecnología cuando se combina con la pasión y el compromiso social. La robótica no solo es una herramienta para la innovación, sino también un medio para generar cambios significativos en la sociedad y el medio ambiente.

"Si tenemos la tecnología, ¿por qué no usarla para la conservación en lugar de para la explotación?" reflexionó Octavio. Este tipo de iniciativas subraya la importancia de fomentar la creatividad y el pensamiento crítico en los jóvenes, quienes, con apoyo y oportunidades, pueden transformar el mundo.

La participación de estos talentosos estudiantes en FIRST Robotics es una muestra de cómo la educación y la tecnología pueden converger para impulsar el desarrollo sustentable. Eolotics 7018 no solo compite en un torneo, sino que representa el sueño y la determinación de una nueva generación comprometida con el futuro del planeta.

La competencia se llevará a cabo durante el fin de semana del 21 al 23 de marzo.

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