Tenía 18 años y ya sabía lo que era una relación tortuosa, pero el 12 de noviembre de 2001 la vida de Elisa Xolalpa, una campesina chinampera originaria de Xochimilco, cambió radicalmente pues fue víctima de un brutal ataque con ácido perpetrado por su expareja, a quien ya había denunciado previamente por violencia y amenazas. Al tiempo que le arrojó el líquido corrosivo le dijo que iba a matarla y que arrojaría su cuerpo a un canal de la alcaldía en la que habita.
El hombre al que dejó decidió “vengarse”, la ató a un poste y le arrojó ácido, el terrible dolor físico estaba acompañado del miedo por la amenaza, pero lamentablemente fue solo el inicio de un proceso igual de doloroso, injusto y revictimizante. Por meses Elisa permaneció en el hospital recuperándose de las lesiones que el ácido le provocó en el rostro, el pecho, la espalda, los brazos, las manos y le hizo perder un dedo de la mano derecha; mientras luchaba por su vida su agresor gozaba de impunidad.
De acuerdo a su testimonio, la carpeta de investigación fue extraviada, su querella fue ignorada por el Ministerio Público de la entonces Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México. Argumentaron que no se presentó a ratificar la denuncia, cosa que era imposible, pues se debatía entre la vida y la muerte en un hospital.
Su agresor seguía libre pese a casi haberla matado y en su mente estaba cumplir su propósito, durante varios años siguió atormentándola de distintas maneras, hasta que en 2019 volvió a atacarla, en esa ocasión fue detenido, pero por un delito menor: violencia familiar, por el cual se le dio una condena ínfima de 7 años.
Se dice fácil el paso de los años, pero para Elisa Xolalpa cada día fue de lucha, de supervivencia, de mostrar la verdad y tener la justicia, que a 21 años, parece apenas vislumbrar en el horizonte.
Cuando sucedieron los hechos el feminicidio no estaba tipificado como delito, tampoco las lesiones con ácido, lo que complicaba más llegar a una justicia más que merecida. Su condición de mujer indígena fue un factor que además la hizo sufrir discriminación, haciendo su camino más difícil.
Después de un mes de la recomendación, Elisa Xolalpa acompañada de colectivas dio una conferencia de prensa para que lo emitido por la CNDH no fuera ignorado, pues la verdad ya estaba dicha, solo falta que la justicia se haga presente.
Activismo
Diversas colectivas, entre ellas Nahualas feministas desde la periferia, cerraron filas con Elisa y crearon la iniciativa #TodasSomosElisa, pues la búsqueda de la justicia cansa, se necesita de un grupo de apoyo que levante los brazos cuando se está a punto de rendir.
Aunado a la tenacidad increíble de Elisa, las colectivas avanzaron, a paso lento pero seguro, no se rindieron, juntas lograron un fallo histórico: la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió la recomendación 08/2022 para la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX).
El día en que se emitió la recomendación Elisa dio un desgarrador testimonio, narró el calvario de su lucha y pidió a la sociedad romper el pacto de silencio y denunciar a los agresores, pues “ellos son los que deben sentir culpa”. Agregó que para las mujeres de comunidades es más difícil acceder a la justicia.
“Pareciera que la justicia es para ciertas personas”, dijo Elisa.
A pesar de que alguna vez deseó la muerte, dijo que le gusta la vida y que quiere que sepa que las mujeres tienen la fuerza para salir adelante.
Postura de la Fiscalía
Ernestina Godoy, fiscal general de la Ciudad de México, se reunió con Elisa Xolalpa el pasado 21 de octubre en audiencia pública, por lo que la Fiscalía de Investigación del Delito de Feminicidio de la Coordinación General de Investigación de Delitos de Género y Atención a Víctimas da seguimiento a la indagatoria, con perspectiva de género.
Fue hasta este 1 de noviembre que la titular de la FGJCDMX aceptó y dará curso a la recomendación 8/2022 emitida por la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, derivada de una investigación iniciada en el año 2001.
Para atender dicho documento, sobre la “Omisión de garantizar el derecho de acceso a la justicia en la investigación de violencia feminicida, así como el derecho a la vida libre de violencia”, la fiscal general designó a Carlos Frausto Martínez, director general de Derechos Humanos, adscrito a la Coordinación General Jurídica y de Derechos Humanos de este órgano de procuración de justicia.
La Fiscalía General de Justicia cumplirá los puntos recomendatorios que establecen violaciones al derecho de acceso a la justicia en una investigación de tentativa de feminicidio, el derecho a una vida libre de violencia, y el derecho al debido proceso en relación al derecho a la integridad.
DMGS
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