Nuestro universo tiene miles de millones de años que podrían determinar las dimensiones abismales que tiene. De hecho, podemos entender su tamaño gracias a la luz más antigua detectada en el cosmos, con ella se establece con mayor claridad qué tan grande puede ser. Y es que definir que tan grande es, no es tarea fácil. De hecho, es una de las preguntas que —a lo largo de la historia— ha intrigado de sobremanera a los astrónomos. Por principio de cuentas, debemos destacar que la obre alberga distancias inimaginables para el ser humano.
Gracias a la tecnología del Telescopio Espacial Hubble, es que se ha estimado que al menos 100 billones de galaxias existen. Entonces estamos ante una de las más grandes incógnitas de la ciencia. Aunque la buena noticia es que en pleno siglo XXI ya podemos abordar de mejor manera este tema.
Entonces, ¿qué tan grande es el universo?
Hace 10 años, la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) publicó el mapa más detallado y preciso de la luz con mayor antigüedad del universo, esto como parte de la misión Planck. Debido a este trabajo, se calculó que la edad del cosmos debía rondar los 13 mil 800 millones de años. Esta luz —que fue identificada con dichas herramientas— es clave para determinar qué tan grande es el cosmos.
De acuerdo con Space.com, por la conexión entre la distancia y la velocidad de la luz, los científicos pueden observar una región del espacio que se encuentra a 13 mil 800 millones de años luz. La aproximación de los científicos situaría a la Tierra en una esfera observable con esa cifra como radio. No obstante, añade el sitio especializado, lo que limita a esta esfera para que así los astrónomos puedan verla pero, no lo que está ahí.
Esta información resulta sumamente importante, porque es que así nos queda claro que el universo se extiende más allá de lo visto por los especialistas. Y es que en esta tarea de descubrir el tamaño real de la gran orbe, han surgido diversos métodos. Uno de ellos —por ejemplo— consistió en medir las ondas del universo primitivo, mismas que llenan el fondo cósmico de microondas.
Ciertamente, la variedad de resultados ha hecho que exista un intenso debate sobre el tema. Por ello es que un grupo de científicos de la Universidad de Oxford —en aras de un consenso— realizó un análisis estadístico de todos los datos que las investigaciones precedentes han arrojado. Así fue que los involucrados se valieron del promedio bayesiano —que es una interpretación centrada en ver la probabilidad de que un modelo sea correcto—, según la información que ha ofrecido. Lo que se descubrió es que el universo es al menos 250 veces más grande que su parte observable.
No solo es 250 veces más grande de lo estimado, está en constante expansión
Algo que siempre debemos tener presente es que el universo se expande todo el tiempo y sin descanso. Esta es la única hipótesis que concordó muy bien con las predicciones que hizo el matemático, Alexei Friedmann, en 1922. Él resolvió las ecuaciones de campo de Einstein —un conjunto de diez ecuaciones de la teoría de la relatividad— para el caso, siendo esto uno de los pilares de la teoría cosmológica del Big Bang.
Y es que según la teoría, el universo no es estacionario, sino que está en constante movimiento. Esto debido a las condiciones iniciales y por la composición material y energética que tiene el universo observable. Entonces, las ecuaciones de Friedmann —conocidas por ser un conjunto cosmológico y físico que describe la expansión métrica del espacio— indican que tiene que estar en expansión.
Hacia finales de los años 90's del pasado siglo, sobrevino otro gran descubrimiento. Midiendo distancias a objetos muy luminosos y alejados. Fue entonces que se encontró que la tasa de expansión pasó de frenarse a acelerarse desde que el universo tenía más de la mitad de su edad actual.