Al fin se comparte quiénes fueron las víctimas del pasado ataque por oso polar en Alaska, Estados Unidos. Se trató de una joven madre y su bebé de un año. De acuerdo con el reporte de las autoridades locales, fueron mutilados por el mamífero carnívoro, esto mientras caminaban cerca de una escuela. De acuerdo con los lugareños, jamás se vio algo similar desde hace 30 años. El incidente fue registrado el pasado martes 17 de enero, cuando se sospechó que el depredador asesinó a una mujer adulta y a un hombre joven en la localidad de Wales. Pero ahora se sabe que las víctimas fueron Summer Myomic de 24 años y Clyde Ongtowasruk de solo un año.
No se veían ataques similares desde hace 30 años
La joven madre solo tenía 24 años y su nombre era Summer Myomic. Había abrigado a su pequeño hijo contra los gélidos vientos que azotaban el mar de Bering y había salido a la calle en medio de una nevada. Fue un corto paseo desde la escuela donde había visitado a familiares en la clínica de salud a unos 150 metros de distancia. El corto traslado desde la institución era para pasar a ver a su núcleo, ella no imaginaba el terror que llegaría después. Autoridades locales comentaron que no se podía visualizar bien el panorama, por lo que la primeriza a penas podía ver por dónde iba. Al llegar justo a lado de la fachada del colegio Kingikmiut de Wales, un oso polar emergió de la nada y los mutiló.
El nombre del pequeño infante que falleció esa tarde del pasado martes 17 de enero, era Clyde Ongtowasruk, que con solo un año de edad, no pudo sobrevivir al ataque del oso polar. A la par del incidente con el mamífero carnívoro, la directora de la escuela ordenó un encierro y limitó el acceso de todas las puertas y ventanas del colegio. Incluso cerraron las persianas para que los niños que estaban dentro no pudieran ver lo que estaba pasando fuera de la entrada. Varios empleados y miembros de la comunidad abandonaron la seguridad del edificio e intentaron ahuyentar al depredador por medio de palas. Aunque el suceso se detuvo temporalmente, éste se regresó hacia ellos. Fue entonces que se apresuraron a entrar para poder resguardarse.
Dawn Hendrickson, la cabeza de la escuela, dijo que cerró la puerta en la cara del oso, que a su vez la embistía con mucha fuerza. Esta acción salvó las vidas de todos los infantes que se encontraban dentro del colegio, relató Susan Nedza, administradora en jefe del Distrito Escolar del Estrecho de Bering. Apuntó que el oso polar los estaba persiguiendo y trató de entrar también, y catalogó al incidente de algo "simplemente horrible" que jamás pensó que llegaría a experimentar.
La comunidad mató al oso para poder permanecer a salvo
Debido a que no hay fuerzas del orden público en Wales, el oso tuvo que ser asesinado por los propios miembros de la comunidad. Un lugareño apareció con un arma y finalmente mató al depredador, mientras este seguía atacando a Summer Myomic de 24 años y a su hijo Clyde Ongtowasruk de solo un año. La comunidad ballenera es el punto más occidental de la parte continental de América del Norte, a más de 80 kilómetros de Rusia. Alberga a unas 150 personas, casi todas ellas nativas de la región, conocidas por ser parte del grupo "Iñupiat". Científicos de la región pertenecientes al Servicio Geológico de E.U., encontraron que en 2019 los cambios en el hábitat del hielo marino habían coincidido con la evidencia de que el uso de la tierra por parte de los osos polares estaba aumentando y que las posibilidades de un encuentro con uno habían aumentado.
Los ataques hasta hace algunos años eran extremadamente raros
De acuerdo con el Anchorage Daily News, medio de comunicación perteneciente a la ciudad más grande de Alaska, este tipo de incidentes de parte de los osos polares hacia las personas son sumamente raros. En 1990, uno mató a un hombre en el pueblo de Point Lay, en el North Slope. De acuerdo con los biólogos, el animal mostraba signos de inanición, que es una extrema debilidad física provocada por la falta de alimento. Por otra parte, tres años después, otro ejemplar irrumpió por una ventana de una estación de radar de las Fuerzas Aéreas y mutiló gravemente a un mecánico de 55 años que milagrosamente sobrevivió al ataque. Ahora estos ataques dejan dolida a la comunidad y con temor de que vuelva a pasar.
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