Una joven de 21 años fue diagnosticada con “flojera” luego de dormir 14 horas durante todos los días del verano de 2021, no obstante, tras una serie de pruebas y estudios, se descubrió que la mujer en realidad tenía cáncer de tiroides.
Los hechos ocurrieron en Wakefield, West Yorkshire. La paciente fue identificada como Courtney Nettleton y dijo, a medios locales, que acudió al médico en 2021 porque se sintió “incontrolablemente cansada” y durmió 14 horas todos los días durante el verano. “Los médicos me dijeron que era solo pereza adolescente”, dijo Nettleton
No obstante, luego de unos meses, en enero de 2022, sus compañeros de trabajo le advirtieron sobre la presencia de gran bulto que sobresalía de su cuello. Tras percatarse, la mujer acudió con un especialista y descubrió la verdadera causa de su enfermedad crónica.
“En febrero, me diagnosticaron cáncer de tiroides y los médicos me dijeron que estaba creciendo rápidamente”, dijo Courtney Nettleton. “Estaba tan devastada y preocupada”, añadió.
Tras su diagnóstico, la joven comentó sentirse frustrada por la actitud del médico que argumentó que sus síntomas eran por “pereza”. Explicó, a medios locales, que enfrentó cansancio severo, dificultad para respirar, sofocación, inestabilidad, rigidez en el cuello, acné y cambios de humor drásticos.
“Sabía en el fondo que algo no estaba bien, y que los médicos me dijeran que solo era una flojera adolescente fue increíblemente frustrante", afirmó Nettleton, que trabaja como asistente de atención senior.
La mujer aseguró que intentó vivir su vida lo más normal posible, pese a que no se sentía bien de salud. Sin embargo, a principios de 2022, todo cambió luego de que colegas le detectaron una deformidad en su cuello, por lo que buscó una segunda opinión.
“Mis amigos notaron un pequeño bulto en mi cuello y eso, combinado con mis síntomas, me empujó a programar una cita con el médico al día siguiente”, dijo Nettleton. “Me refirieron de urgencia en dos semanas para una ecografía que confirmó que tenía cáncer en la tiroides”.
“Después de mi primera cirugía, mi médico me llamó y me dijo que se encontraron células cancerosas en los canales linfáticos y los vasos sanguíneos dentro de mi tiroides y que necesitaría más cirugías y yodo radiactivo”, dijo.
Desde entonces, se sometió a dos procedimientos quirúrgicos más, que la han dejado sintiéndose "débil" y "ansiosa".
Luego de sus cirugías la mujer ha declarado que “aunque mi cáncer es muy curable, siempre existe la preocupación de que pueda propagarse a otros lugares. Sufro de ansiedad severa, por lo que estoy constantemente preocupada”.
La mujer encuentra consuelo en inspirar a otras personas para que se exploren y en caso de tener síntomas inusuales acudan al médico. “Todo el mundo conoce su propio cuerpo más que nadie”, dijo. “Es muy importante confiar en tu instinto y seguir tu instinto: tienes que defenderte cuando sabes que algo no está bien”.
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