Las llamadas normas de urbanidad o reglas de etiqueta existen desde hace muchos años, sin embargo, con el paso del tiempo y los avances tecnológicos, estas comenzaron a pasar a segundo término, al grado de que hoy en día muchas personas desconocen qué es el Manual de Carreño, libro que fue escrito por el venezolano Manuel Antonio Carreño en Venezuela en 1853 y que, incluso, fue retomado por algunas escuelas para enseñar buenos modales a sus estudiantes.
Hoy en día, el texto es obsoleto, en gran parte debido a la ideología arcaica sobre la cual versa, sin embargo, aún puede ser tomado como referencia para ciertas conductas cotidianas, tales como los saludos, los cuales muchas personas subestiman, pero que en realidad dan cuenta de la educación de una persona.
¿Cómo se saluda, según el Manual de Carreño?
En primer lugar, el Manual de Carreño señala que en caso de que no se pueda optar por un apretón de manos, hay que aclarar cortésmente al interlocutor el motivo por el cual este no se puede llevar a cabo, siendo la única excusa aceptable el hecho de que las manos estén sucias, ya que otro motivo sería "insuficiente" para justificar la falta.
Es importante que al llegar a un lugar seas el primero en saludar, ya que tú eres quien está arribando a un hogar o quien ha llegado tarde, por lo cual es esencial que des una muestra de respeto y amabilidad a las personas que te rodean. En caso de que alguien te dé el paso en la calle, debes ofrecer un saludo o al menos una inclinación de cabeza.
"Nunca saludemos desde lejos a personas con quien no tengamos una íntima confianza y cuando según esto podamos hacerlo, limitémonos para ello a una inclinación o a un movimiento de la mano", también expresa el Manual de Carreño, cuyo nombre real es "El Manual de Urbanidad y Buenas Maneras".
¿Cómo saludar de manera educada?
El enunciado manual también señala la manera en la que se debe saludar en las iglesias y en la calle; en los templos no se debe saludar a nadie de lejos y el saludo se debe limitar a un ligero movimiento de cabeza, sin detenerse jamás a dar la mano ni mucho menos a conversar. Mientras que en la calle sí están permitidos los saludos a distancia con personas cercanas y desconocidas.
Cuando llegues de visita a una casa debes saludar a todas las personas que estén en ella y dirigirte a la anfitriona a quien saludarás cortés y afablemente, sin adelantarte a darle la mano, seguido de esto te sentarás en el lugar que se te indique y te quedarás un tiempo prudente, siempre reducido si se trata de la visita a un enfermo, al cual deberás ofrecer tus servicios.
Estas reglas del Manual de Carreño son bastante obsoletas, aunque en general se puede rescatar la idea de que siempre es cortés y educado dirigir un saludo a las personas que te rodean, el cual puede consistir en un apretón de manos, un beso o incluso un simple "Hola", "Buenos días", "Buenas tardes" o "Buenas noches".
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