El cuidado de la piel es una tarea diaria obligatoria para aquellas personas que quieren lucir un rostro iluminado y sin arrugas. Además de la correspondiente hidratación y el descanso debido, podemos acudir a cosméticos que nos garantices resultados en el corto plazo. A su vez, algunos remedios caseros resultarán efectivos, tal como las cremas de suculenta. Seguí leyendo que te enseñaremos como prepararla.
Para el cuidado del rostro existen muchos remedios caseros que se pueden hacer utilizando ingredientes naturales, lo cual resulta muy bueno para la piel. Además, para preparar estas mascarillas también podemos usar plantas, como las suculentas, en específico la suculenta siempreviva que cuenta con propiedades antisépticas y antiinflamatorias que la convierten en el ingrediente ideal.
A la suculenta siempreviva se le atribuyen muchas propiedades que se pueden usar en el rostro, una de ellas es que contribuye a la producción de colágeno de forma natural, al mismo tiempo que eliminará las manchas del rostro y las arrugas. Además, distintas investigaciones han demostrado que la siempreviva, gracias a sus propiedades antiinflamatorias, también sirve para deshinchar el rostro.
Además de ayudar con los signos de la edad, la suculenta siempreviva también colabora en la hidratación de la piel, por lo que después de aplicar esta mascarilla notarás como tu cutis se ve más luminoso y jugoso. Así mismo, podrás notar poco a poco como tu cutis comienza a adquirir una apariencia más joven y fresca, siempre que respetes los procesos de preparación y de aplicación.
Para elaborar esta crema, primero deberás cortar en trozos las hojas de la suculenta para así aprovechar al máximo sus propiedades y luego sumergir en medio litro de agua. Posteriormente llevarás estos dos ingredientes al fuego hasta que hiervan. Cuando la mezcla repose, deberás colar. En lo que respecta a la aplicación para mejorar la piel y reducir arrugas, usarás la preparación para lavar tu rostro y dejar actuar por cinco minutos, pero antes coloca con una toalla húmeda encima de tu cara. Podrás repetir el procedimiento de tres a cuatro veces por semana.