Un pueblo mágico es un sitio con símbolos, leyendas y poblados con tradiciones o hechos importantes para la conformación de nuestra cultura. Las muestras de identidad nacional son uno de los principales atractivos que ofrecen estos sitios a lo largo de la República.
Visitarlos es la mejor forma de conocer México y, aunque actualmente existen 132 pueblos mágicos distribuidos desde Sonora hasta Yucatán, en esta ocasión te presentamos los pueblos mágicos cercanos a la Ciudad de México.
Si quieres un descanso del caos citadino y buscas un lugar con experiencias únicas, estos lugares son ideales para ti
Tepotzotlán, Estado de México
A pesar de formar parte del área metropolitana, este pueblo conserva la tranquilidad de la provincia. Una de sus características más importantes son las joyas del arte novohispano que conserva.
Podrás visitar sitios como Museo Nacional del Virreinato, el Convento de Francisco Javier y entrar a alguna de sus parroquias o plazas. También podrás disfrutar de su gastronomía con unas quesadillas de hongos o flor de calabaza, un tequila en jarrito con piña o una deliciosa nieve.
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Tepotzotlán está al norte del Estado de México y colinda con los municipios de Cuautitlán Izcalli y Coyotepec. Para llegar desde la Ciudad de México, la mejor opción es seguir por el Periférico y la Autopista a Querétaro en dirección norte. El tiempo estimado de viaje es de una hora y media.
Ixtapan de la Sal, Estado de México
Este pueblo mágico es el lugar ideal para meditar, descansar y relajarte; no solo por su belleza, sino también por sus excelentes servicios de masaje y fisioterapia. Con un clima magnífico, el pueblo cuenta con aguas termales de propiedades curativas y un baño de vapor prehispánico (temazcal).
Entre sus atractivos fuera de lo común se encuentran el parque acuático, las Grutas de la Estrella, el río subterráneo El Zapote, las aguas termales, el balneario municipal, los baños de tinas romanas y la laguna Verde y Manila.
Ixtapan posee una temperatura media de 26°C y un clima semicálido a lo largo del año, situación que favorece la belleza de sus bosques y árboles florales. El tiempo invertido para llegar a este pueblo desde la Ciudad de México es de, exactamente, dos horas.
Tlayacapan, Morelos
Las tradiciones de este lugar son herencia de la cultura Olmeca y es uno de los pocos pueblos que conserva gran parte de su traza urbana prehispánica original. Además, Tlayacapan es famoso por su tradición alfarera, pues conserva un barrio de familias dedicadas al arte de modelar el barro con sus manos.
El exconvento Agustino de San Juan Bautista del Siclo XVI fue declarado patrimonio de la humanidad por parte de la UNESCO y es uno de los sitios más visitados, así como sus 18 capillas. Tlayacapan es la cuna del Chinelo, pues se considera que en XIX nació el famoso “brinco del Chinelo”, un baile que se ha convertido en símbolo de Morelos.
Los atractivos principales de este pueblo son las actividades ecoturísticas dentro del Corredor Biológico Chichinautzin, el aguardiente de Zaculapan, el Centro Cultural La Cerería, las experiencias holísticas y de bienestar, el Museo de sitio, el Palacio Municipal y el delicioso tamal de ceniza. La distancia desde la Ciudad de México es de 116 kilómetros, una hora y media en coche.
Tepoztlán, Morelos
El pueblo está resguardado por el Cerro del Tepozteco, lo que lo convierte en una tierra de misticismo y es frecuentado por todas las personas que buscan una buena vibra y una energía revitalizante.
Su clima cálido es una de las mejores virtudes para realizar todo tipo de actividades, entre las que se encuentran recorrer el Parque Nacional el Tepozteco, los baños de temazcal, visitar el museo Carlos Pellicer e, incluso, contemplar la pirámide del Tepozteco.
En este lugar podrás adentrarte a al cultura morelense con el carnaval que se realiza todos los febreros en las calles principales del pueblo. Podrás acudir en el equinoccio de primavera para cargarte de energías y disfrutar de los altares y ofrendas que colocan del 31 de octubre al 2 de noviembre con motivo del día de muertos. Si sales de la Ciudad de México, llegarás en hora y media.
Valle de Bravo, Estado de México
Está rodeado de hermosos paisajes boscosos que rodean la enorme laguna, donde los visitantes pueden dar largos paseos en bote o aventurarse a practicar esquí acuático. Entre sus atractivos principales están la plaza principal, la Parroquia de San Francisco de Asís, el Museo Arqueológico, la posibilidad de practicar deportes terrestres y sus centros de meditación.
Con un aire rústico mexicano, este destino se ha caracterizado por la posibilidad de escapar un momento de la Ciudad de México y convivir con la naturaleza. Además, en los últimos años ha ganado popularidad y se ha transformado en un destino con experiencias para todos los gustos. Si viajas en coche, tardarás una hora y media en llegar.
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