Este pueblo mágico localizado en el Estado de México fue uno de los centros mineros más importantes y ahora forma parte de uno de sus 125 municipios. Como su nombre lo indica, en este lugar abundaba dicho metal precioso.
Cuando los conquistadores llegaron descubrieron vetas de oro y plata. Gracias a minas como La Esperanza, El Consuelo y La Providencia, la región fue una de les regiones más preciadas de la época, incluso fue uno de los sitios más ricos en oro del mundo.
A tan solo dos horas y media de la Ciudad de México
Este lugar es perfecto si lo que buscas es una experiencia para salir de la cotidianidad y despejar tu mente del ritmo citadina. Los elementos arquitectónicos y escenarios naturales de este lugar son la combinación perfecta para transportarte a otro mundo.
Al norte del Estado de México y en colindancia con Michoacán, El Oro está a una hora y media de Toluca y a dos horas y media de la Ciudad de México tomando la vía Toluca-Atlacomulco/México.
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Actividades para estar en contacto con la naturaleza
El Oro es ideal para contemplar la naturaleza, la belleza del medio ambiente y la majestuosidad de sus bosques llenos de pinos y cedros. Entre las actividades para realizar están las caminatas por el puente colgante El Mogote, deportes de aventura para las personas que disfrutan al adrenalina, visitar la presa Brockman, acampar y organizar comidas campestres en las que no puede faltar la trucha recién pescada.
La cocina local del lugar ofrece una preparación especial de barbacoa de borrego, carnitas de verde, mole verde y rojo servido con guajolote y un delicioso arroz con verduras. En esta región también se consume un licor digestivo como “chiva”, al que los lugareños le han reconocido la virtud de curar “el espanto”.
Las artesanías no faltarán en tu viaje y podrás encontrar recuerdos hechos de cerámica, cestos tejidos, dulces regionales, orfebrería y prendas de lana teñida.
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