Tal parece que las cosas no pintan nada bien para Pablo Lyle, quien se encuentra detenido en Estados Unidos acusado del presunto delito de homicidio involuntario en contra de Juan Ricardo Hernández, hecho ocurrido en el año 2019. Aunque se reanudó el juicio, donde espera obtener la libertad, apenas se encuentra en la etapa de selección de jurado, algo que demora algunos días.
Aunque aún no existe un indicador que señale que el actor vaya a la cárcel, los pronósticos refieren a que podría pasar una pena de 15 años de cárcel como mínimo. Lo peor para él es que los 3 años que lleva de arraigo no se le contarían y tendría que empezar de cero una vez que dicte sentencia la jueza Marisa Tinkler Mendez.
"Como a Pablo Lyle llevó su proceso bajo arresto domiciliario, por medio de un grillete. Este tiempo que ha tenido en la espera de 3 años, no es parte de cualquier sentencia que pueda recibir. Tiene que empezar desde cero", explicó el reportero Lord Ramsés para el programa De Primera Mano.
Panorama incierto para Pablo Lyle
De acuerdo con el comunicador si se llega a encontrar que Pablo Lyle cometió homicidio involuntario, la sentencia que alcanzaría sería de hasta 15 años de prisión, pero si se determina en el juicio que fue homicidio voluntario subiría a 30 años. Por otro lado, como los hecho ocurrieron en Florida, existe una cláusula donde se castiga con más severidad al agresor en caso de que la víctima haya sido un menor de edad o una persona de la tercera edad.
A partir del 20 de septiembre se reanudó el proceso judicial en contra del protagonista de la película "Mirreyes vs Godinez" tras múltiples retrasos por la pandemia; se inició con las primeras entrevistas a los posibles miembros del jurado por parte del juez y de los abogados de ambas partes.
La defensa y la Fiscalía podrían presentar sus argumentos de apertura hacia fines de esta semana o el martes de la próxima, una vez concluya la selección del jurado. Lyle, de 35 años, se sentará en el banquillo de los acusados por la muerte de Hernández, al que el actor propinó un puñetazo tras una discusión por un asunto de tráfico y que cuatro días después murió en un hospital.
Los hechos se remontan al 31 de marzo de 2019, cuando Lyle iba camino del aeropuerto de Miami junto con su hijo en un vehículo conducido por su cuñado, Lucas Delfino, y se cruzaron con el automóvil conducido por Hernández. En un semáforo en rojo el cubano se bajó para recriminar de forma airada a Delfino por una maniobra que había realizado.
En medio de la discusión, Lyle salió del carro y golpeó a Hernández, quien, de acuerdo con las imágenes recogidas por las cámaras de seguridad de una gasolinera cercana, se desplomó al instante.
Con información de EFE
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