En el 2010, Bruce Willis todavía gozaba de buena salud y su trabajo seguía siendo solicitado para protagonizar y participar en películas de grandes presupuestos, por lo que el actor se daba el lujo de cobrar millones de dólares por un par de días de trabajo.
En ese mismo año, se estrenó uno de los filmes que revivió a algunos de los actores que fueron figuras de acción de las décadas de 1980 y 1990, la cual fue encabezada por el mismo Sylvester Stallone, que llevó por título Los indestructibles (The Expendables), en donde tuvo una participación mínima Bruce Willis.
La película resultó ser todo un éxito en taquilla, tal y como se esperaba, a pesar de que su costo fue de 80 millones de dólares, logró recaudar más de 274 millones de dólares en taquilla, logrando así que se garantizara una segunda entrega.
Para la secuela, que llevó por título Los indestructibles 2 (The Expendables 2), el número de actores de acción se elevó considerablemente, incluso se agregaron tres nombres importantes: Chuck Norris, Jean Claude Van Damme y Arnold Schwarzenegger. El costo de la producción fue de 100 millones de dólares, pero en taquilla logró recaudar más de 315 millones de dólares, obteniendo así el pase directo para una entrega del filme.
Sin embargo, con tantos billetes verdes en el ambiente, testosterona y muchos egos juntos, Bruce Willis se puso un poco ambicioso y le exigió a Stallone —productor de la saga— un pago de 4 millones de dólares por cuatro días de trabajo, o lo que es igual a un millón de dólares por día. A pesar de que Sylvester le ofreció un total de 3 millones por los cuatro días, el protagonista de Duro de Matar no aceptó, motivo que llevó a que lo echaran de la producción.
Incluso, el mismo Sylvester dio a conocer la situación en su cuenta de Twitter y de paso aprovechó para hacer público que con la salida de Willis, entraría Harrison Ford al elenco, con lo que no sólo se reemplazaría al personaje de Bruce, sino que crecería el universo de Los indestructibles.
Los indestructibles 3 está disponible en Netflix
La aparición de Stonebanks (Mel Gibson), el otro fundador del grupo conocido como Los Mercenarios, en la vida de Barney (Sylvester Stallone) provoca algunos cambios y complicaciones.
Sus caminos se separaron cuando éste se convirtió en traficante de armas, por lo que Barney se vio obligado a intentar matarle, mientras intenta evitar que se derroque un gobierno.
Los Mercenarios se enfrentarán a este villano con la ayuda de sus conocimientos de combate, armamento y explosivos.
El filme cuenta con las actuaciones de Sylvester Stallone, Jason Statham, Wesley Snipes, Mel Gibson, Dolph Lundgren, Arnold Schwarzenegger, Harrison Ford y Antonio Banderas.
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