El cine de ficheras también conocido como sexicomedias marcó tanto a la industria cinematográfica nacional como a los espectadores por su temática erótica, llena de albures y bellas mujeres. Su apogeo ocurrió entre las décadas de 1970 y 1980 con las actuaciones de comediantes y actrices conocidas como vedettes vinculadas a los espectáculos de cabaret.
Alfonso Zayas fue uno de los actores recurrentes que triunfó en el cine de ficheras inspirado en el cine de rumberas de la Época de Oro del cine mexicano y del cine erótico italiano (con la exposición de desnudos y sensualidad) el cual es considerado como el maestro del género.
¿Cómo nació el cine de ficheras?
El término del cine de ficheras fue tomado de la considerada primera película del género: Bellas de Noche en 1975, basada en la obra de teatro Las Ficheras, palabra que se refiere en el lenguaje coloquial mexicano a las mujeres que trabajan en cabarets como acompañantes de los clientes con quienes bailaban y en caso de consumir alguna bebida, ellas les entregan una ficha que al final deben pagar.
Bellas de Noche plantea la vida nocturna de las mujeres de cabaret, de las vedettes que destapan su cuerpo y con ello, los desnudos explícitos comenzaron a atraer a los espectadores a las salas de cine en plena revolución sexual que vivía el cine internacional.
Con la llegada a la presidencia del país de José López Portillo, el cine mexicano entró en una nueva etapa considerada como de decadencia. El entonces presidente nombró a su hermana Margarita López como la directora de la industria cinematográfica quien dejó de apoyar a cineastas exitosos y abrió el mercado a directores extranjeros.
El cine nacional ya no fue apoyado por el Estado y paulatinamente el cine que fue producido por la industria privada triunfaría con cintas de bajo presupuesto con historias señaladas como de mala calidad.
¿Por qué se odia o se ama al cine de ficheras?
Con el apogeo de la revolución sexual y el fin de la Liga de la Decencia mexicana que dictaba lo que era bueno y malo (como desnudos), las sexicomedias pululaban en las marquesinas de los cines como parte de una nueva época en México y en el mundo.
Alfonso Zayas se unía a dicha industria en la película Noches de Cabaret del director Rafael Portillo con quien trabajaría en otras cintas como Las Cariñosas (1979). En su debut, Zayas compartió créditos con quienes serían referentes del género como Jorge Rivero, Carmen Salinas, Rafael Inclán, Luis de Alba y las vedettes Lyn May y Sasha Montenegro como principales atractivos de las historias en la pantalla grande.
En las películas de ficheras las historias se desarrollan en cabarets, en bares ubicados en las grandes urbes, su trama se basa desde malentendidos y cómo conquistar a una vedette, el drama de enfrentar una vida difícil hasta encontrar un poco de alivio en un cabaret, enfrentar problemas sexuales y hasta cómo huir de la mafia al esconderse en un cabaret.
El uso del albures (juego de palabras en doble sentido con connotaciones sexuales) en las historias de las sexicomedias forma parte de la estructura que les da identidad como películas de bajo presupuesto. Situaciones cómicas, con albures y mujeres atractivas que hacen desnudos, fue para muchos detractores del género lo que desencadenó la baja calidad en la industria.
Lo bueno y lo malo del cine de ficheras
Entonces el cine de ficheras es odiado por el mal gusto que conlleva toda su estructura. Sin embargo, fue un cine altamente consumido por el público al ver algo nuevo y sin censura que implicaba observar escenas eróticas por primera vez en el cine nacional, desnudos de mujeres que durante la Época de Oro se cuidó. Lo prohibido por la Liga de la Decencia se volvió accesible y masificado en el cine.
En las historias del cine de ficheras se muestra cómo era la belleza de los cabarets y sus shows, además de ver la forma como surgía la vida nocturna en México. La combinación de comedia con la habilidad que implican los albures y situaciones pícaras hicieron que este género cinematográfico en México se considere como el periodo que más dinero ha recaudado en las taquillas.
No obstante, las actrices protagonistas de las sexicomedias son mal vistas al considerlas desde el lado negativo de la prostitución, caso contrario con los actores quienes son laureados por vivir aventuras desde una sociedad patriarcal.
Alfonso Zayas será recordado por ser uno de los embajadores del cine de ficheras tras su participación en referentes del género como La Pulquería (1981); Entre ficheras anda el diablo (La Pulquería 3) (1984) y Nachas vemos, vecinas no sabemos (1993).
RMG