La época del Cine de Oro en México tuvo diferentes vertientes y una de ellas fue el llamado cine de rumberas, en el cual, destacó una bella actriz cubana que revolucionó la industria cinematográfica nacional por su espectacular belleza y la sensualidad que derrochaba ante las cámaras, además, se ganó un lugar en la historia del cine mexicano por haber sido la primera “aventurera”, por lo que en esta ocasión recordamos a la entrañable Ninón Sevilla.
Emelia Pérez Castellanos es el nombre real de la actriz nacida el 10 de noviembre de 1929 en La Habana, Cuba de quien se sabe que durante su infancia y parte de su adolescencia estuvo en un colegio de monjas, pero todo cambió cuando descubrió que tenía un talento extraordinario para la danza, por lo que fue así que, a escondidas de su familia, comenzó a presentarse en centros nocturnos de su país hasta que años más tarde fue contratada por el productor puertorriqueño Fernando Cortés, quien fue el responsable de traerla a México a trabajar.
El éxito de Ninón Sevilla como bailarina fue tan grande que en poco tiempo llamó la atención de productores de cine y con apenas 17 años debutó en la pantalla grande en la película “Carita de Cielo” (1946), sin embargo, tuvieron que pasar algunos años y varias películas para que se fuera formando como actriz y finalmente obtuviera el papel que la marcaría de por vida, “Aventurera” (1950), la cual es considerada como la obra maestra del cine de rumberas.
El éxito de “Aventurera” la catapultó a la fama mundial y realizó un par de películas fuera del país, además, recibió ofertas para incursionar el Hollywood, sin embargo, Ninón Sevilla las rechazó pues simplemente no estaba interesada en trabajar en territorio estadounidense y en los años siguientes siguió participando en múltiples producciones del cine nacional donde trabajó junto a grandes figuras de la industria como Emilio “El indio” Fernández, Pedro Armendáriz, Fernando Soler, Joaquín Pardavé y Miguel Inclán, tan solo por mencionar algunas.
Retiro del cine y regreso triunfal
A finales de la década de 1950 el llamado Cine de Oro llegó a su final y con él también acabó el llamado cine de rumberas, por lo que las oportunidades laborales para Ninón Sevilla y otras figuras del espectáculo fueron disminuyendo y fue así que la cubana decidió retirarse por algún tiempo del cine y se mudó a Nueva York, donde vivió al menos 15 años, tiempo en el que aprovechó para casarse y tener a su único hijo, Genaro Lozano.
Su regreso a la industria cinematográfica mexicana fue en 1984 y lo hizo de forma triunfal pues su participación en la cinta “Noche de Carnaval” le valió ganar un Ariel a Mejor Actriz del Año, por lo que su carrera tuvo un nuevo impulso y participó en otras producciones en los años siguientes, no obstante su última película fue “Rumbera caliente” (1989) y en los años siguientes Ninón Sevilla pudo adaptarse para mantenerse vigente en el mundo de la farándula y participó en diferentes telenovelas.
Ninón Sevilla falleció el 1 de enero de 2015 a la edad de 85 años luego de haber sufrido una neumonía que la mantuvo hospitalizada por varios días hasta sufrir un paro cardiaco que le puso fin a una vida llena de éxitos en la industria del entretenimiento.
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