Ignacio López Tarso es uno de los máximos referentes de la cinematografía mexicana, sobre todo de la llama época dorada. Su papel en "Macario", cinta de 1960 lo catapultó como una de las estrellas más grandes del país, aunque también ha participado en diversas producciones como "El hombre de papel", "Los Albañiles", "El derecho de nacer", entre otros.
El actor lleva 96 años en este mundo, por lo que pocas personas recuerdan el momento en el que era un niño que aún no tenía pronosticado el ser una leyenda dentro de la industria.
Fue él mismo quien compartió un 30 de abril un par de instantáneas en las que se le puede ver con una mirada tierna y un rostro sin las arrugas que le han dejado tantas experiencias a lo largo del tiempo.
No fue la primera vez que hizo esto, pues el Día del Niño suele hacer mención de la fecha y compartir con sus fanáticos algunas fotografías que se tomaron hace décadas para capturar la imagen de su juventud.
Ignacio López Tarso cree que la televisión lo ha olvidado
¿Cómo fue la infancia de López Tarso?
El actor nació en la Ciudad de México el 15 de enero de 1925. Aunque asegura que no cree en la astrología, consideró en una entrevista con Gustavo Adolfo Infante que su comportamiento coincide con lo que las cosas malas que se dicen de este signo.
"Cuando yo no tengo nervios de entrar al escenario me preocupo y los nervios los provoco", dijo durante esa charla.
Pese a que está a unos años de cumplir los 100 años, el actor se conserva lúcido y aún tiene memorias de su padre Alfonso López Bermúdez, quien fue militar y le tocó combatir en el último levantamiento armado en el país durante el año 1929.
La familia vivía en Veracruz cuando ocurrió esto, pero se cambió de hogar a Novojoa, Sinaloa, debido a que el patriarca de los López consiguió un empleo como jefe de la oficina de correos.
Esto llevó al actor a convertirse en cartero. Este trabajo lo hizo cambiar nuevamente de domicilio, por lo que vivió en Hermosillo, Guadalajara y otros lugares del país.
Pese a esta experiencia laboral, en la que viajaba entregando correspondencia durante días en los caminos más inhóspitos de México, no hubo nada que lo marcara tanto como la ocasión en la que conoció el teatro.
Tenía unos ocho años cuando sus padres lo llevaron a una función y en ella descubrió lo que era separarse de la realidad para enfrentar la ficción que había detrás del telón.
¡Sano y fuerte como un roble! Ignacio López Tarso no está enfermo, él mismo niega los rumores
No pudo estudiar como quería
Estudió la secundaria, pero la falta de recursos puso en duda que continuara con sus estudios. Gracias a la sugerencia de un sacerdote, se introdujo a sí mismo en un seminario. Años después dejó este camino, debido a que no tenía la pasión para convertirse en párroco.
También estuvo cerca de convertirse en militar, debido a que prestó su servicio en la milicia y hasta obtuvo el rango de sargento primero.
No fue sino hasta 1948, cuando entró a la Academia de Arte Dramático del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), que el artista oyó habló por primera vez de la televisión. Dos años después fue invitado a trabajar en ella, por lo que presume haber trabajado de la mano de todos los herederos de la dinastía Azcárraga.
Ignacio López Tarso recibe VACUNA contra Covid-19 en su casa: "Estoy muy contento" | FOTOS
Así se veía de niño