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CÚPULA

Arte sin concurso, arte para incidir

Más que sólo una reunión de arte, la bienal FEMSA es un diálogo contemporáneo entre múltiples identidades

EDICIÓN IMPRESA

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EXPERIENCIA. Leteo, 2024, de Magali Lara. 15 Bienal FEMSA: “La voz de la montaña”, 2024. Museo del Pueblo, Guanajuato. Créditos: Cortesía de Bienal FEMSA. Fotografía: Ramiro Chaves.

La vista es el primer sentido por el que se aproxima al programa curatorial que propone “La voz de la montaña”, pero la 15 Bienal FEMSA busca ser un llamado al resto de los sentidos para vivenciar la dimensión poética y multidimensional del arte. Cinco artistas comisionados comparten su experiencia en la plataforma que celebra más de tres décadas de existencia.

UNA BIENAL CON CAMBIOS PARA BIEN

Magalí Lara (CDMX, 1956), artista que ha participado en la Bienal en distintos momentos y formatos, lo hace ahora con Leteo, intervención a muros con recortes de linóleo y dibujos en lápiz y pastel con recortes de papel: “La Bienal FEMSA ha sido un paradigma importante en el arte contemporáneo mexicano; para mí ha sido muy importante participar y lo he hecho de dos maneras: invitada por Osvaldo Sánchez, en una exposición paralela y ahora con una comisión.
 
Las dos experiencias implican pensar bien las piezas: me gusta experimentar y tomar riesgos, es una de las razones por las que simpatizo con los cambios que ha tenido la Bienal, pues ha buscado formatos diferentes y estrategias de trabajo con los artistas”.

La artista se refiere a la transición que vivió la Bienal: de un concurso que se desarrolló en Monterrey durante 12 ediciones a una plataforma curatorial itinerante, descentralizada, que incorpora iniciativas pedagógicas y editoriales.

INSTALACIÓN.
Y vas cobrando forma en el hogar que habito, 2024, de Galia Eibenschutz. 15 Bienal FEMSA: “La voz de la montaña”, 2024. Cortesía de Bienal FEMSA.
Fotografía: Ramiro Chaves.

RESONANCIA ARTÍSTICA

Galia Eibenschutz (CDMX,1970), quien participa con 7 días +1, y la instalación Y vas cobrando forma en el hogar que habito, dice que la Bienal FEMSA le permitió articular procesos que ha venido trabajando como artista multidisciplinaria, entre las artes escénicas y visuales.

“Desde que el equipo curatorial visitó mi estudio empezamos una charla en torno a mis proyectos y las posibilidades de articular procesos constantes en mi práctica y potencializarlos en un proyecto más ambicioso. Posteriormente hubo apoyo y seguimiento al proceso que fue generándose”.

Su propuesta hizo match con la intención de la Bienal por hacer coincidir a artistas, curadores, gestores, equipos y comunidades en un diálogo, y compartir y acercarse a diferentes perspectivas artísticas.

“La propuesta general de la Bienal le da contexto a mi pieza al exponer un cuerpo de obra que habla de una contemporaneidad con múltiples identidades: con ecosistemas al borde del colapso, territorios sometidos, avasallados, límites ambiguos y contrastes económicos, morales y estéticos; propiciando refugios diversos desde lo sutil, lo local y lo intangible”.

EEZ