Josh Allen completó 77 por ciento de sus pases y generó 324 yardas por aire, para que los Bills (5-3) olvidaran el trago amargo de la derrota ante los Pats el pasado fin de semana, para vencer como local de manera dramática 24-18 a los Buccaneers (3-4) en la apertura de la Semana 8, de la NFL.
Buffalo mejoró sus números ante su rival en turno, al que se impuso por tercera ocasión en los últimos cinco juegos.
Allen fue interceptado por cuarto partido consecutivo, pero tuvo la capacidad de sacar el duelo adelante, cuando Tampa Bay logró empatar 10-10 en el segundo cuarto, aprovechando su error.
Una vez más, el QB demostró su versatilidad para manejar los controles de su ofensiva. Generó 41 yardas terrestres, y llegó a las diagonales en un acarreo de 13 yardas, durante el segundo cuarto.
Además, demostró que puede sobrevivir sin tener que depender de Stefon Diggs en el ataque aéreo. Su principal objetivo entre el grupo de receptores fue Gabe Davis, con 87 yardas en nueve atrapadas, con quien conectó en el tercer cuarto para poner el marcador 24-10, que le dio rumbo definitivo al cotejo.
Del otro lado, y pese a ser capturado en tres ocasiones, el mariscal de campo, Baker
Mayfield, logró un envío de tres yardas con su ala abierta, Chris Godwin, para el empate a 10 que le dio esperanzas al conjunto de la Florida. Y en el último periodo encontró a Mike Evans para 24, que apretó el cotejo 24-18, con
la conversión.
Y en los últimos segundos, el QB no fue capaz de conectar un pase a la zona final, que le pudo haber dado la victoria a Tampa Bay, que ahora ostenta marca negativa. Por ahora, y con un partido más, los Bills se pusieron a medio juego de los Dolphins, por el liderato de la División Este de la AFC, pero lograron su victoria más convincente desde que se impusieron en casa en la Semana 4 a Miami, 48-20.
PAL
