Rocío Nahle, titular de la Secretaría de Energía (Sener), y el director de la CFE, Manuel Bartlett, salieron a la defensa de la contrarreforma eléctrica del presidente para poner bajo control el desorden que dejó la reforma de 2013 y que debilitó a la empresa estatal.
Nahle justificó los cambios propuestos en la reforma, entre ellos la eliminación de los Certificados de Energías Limpias (CEL´s), los cuales han implicado costos por 6 mil millones de pesos para la CFE en favor de las empresas privadas, y de continuar así por los 20 años que duran esos contratos, la empresa tendría que pagar 100 mil millones de pesos.
“Que se eliminen los certificados de Energía Limpia, no los necesitamos y tampoco necesitamos bursatilizar la electricidad porque es el colmo”, dijo la funcionaria.
A su vez, Raúl Jiménez, abogado general de la CFE, afirmó que el T-MEC no se contrapone a las modificaciones que se buscan para el sector.
Detalló que el capítulo 8 del acuerdo que hace referencia al sector energético, establece que las partes confirman su pleno respeto por la soberanía y su derecho soberano a regular los asuntos abordados en este capítulo.
“México se reserva su derecho soberano de reformar su Constitución y su legislación interna en términos y en la materia de energía”, destacó el funcionario.
En el capítulo 14 referente a la inversión, “ahi´ se señala en forma clara y precisa que no constituyen expropiaciones las acciones regulatorias cuyo fin es proteger objetos legítimos de bienestar público”, destacó el abogado.
Mencionó que el capítulo 21 sobre política de competencia, señala que los estados tienen la obligación, el imperativo jurídico de llevar a cabo el combate a las concentraciones monopólicas, “y justamente lo que produjo la reforma energética del 2013 fue un conjunto de monopolios privados violentando las reglas de libre concurrencia y de libre competencia”, afirmó.
“El Capítulo 27 de Anticorrupción. Ahí se señala que las partes asumen el compromiso de prevenir y combatir la corrupción en el comercio y la inversión. Si algo caracteriza a este producto anómalo de la reforma energética del 2013 fue una larga cadena de fraudes a la ley, simulaciones, violaciones flagrantes a la normatividad nacional y cadena de actos de corrupción”, añadió.
Finalmente, el director general de la CFE, Manuel Bartlett, añadió que la reforma de 2013 condenó a la Comisión al “servilismo” en favor de las empresas privadas, y eso es lo que busca revertir la propuesta del Ejecutivo federal.
“¿Qué es lo que hace la reforma constitucional que envió el presidente de la República? Reintegra a la CFE en una empresa como lo ha sido siempre, es decir, otra vez es una empresa única y la generación es de la CFE, la transmisión y todo ese sistema es de la CFE”, añadió.
dhfm
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