Lamentablemente para todos los aficionados de Dallas Cowboys, un rumor sobre la dirección del equipo en el emparrillado terminó por confirmarse, pues el coordinador ofensivo del equipo, quién no se encargó se diseñar o mandar jugadas durante uno de los años más opacos del equipo, Brian Schottenheimer fue nombrado como el nuevo entrenador en jefe.
A pesar de que medios especializados e incluso algunos jugadores habían confirmado que entre lo candidatos para el puesto se encontraban personalidades del más alto nivel y currículum de toda la NFL, como Deion Sanders y Kellen Moore, el dueño y gerente general del equipo, Jerry Jones optó por firmar como nuevo líder del equipo a un candidato sin experiencia previa.
La noticia cayó como un balde de agua fría para todos los fanáticos de Dallas Cowboys, pues la publicación en redes sociales que confirma la contratación de Schottenheimer se encuentra llena de comentarios negativos criticando la decisión del magnate dueño de la franquicia.
"¿Jerry Jones quiere pasar sus últimos años de salud en este planeta viendo a Brian Schottenheimer? (...) Nunca he odiado tanto a esta franquicia (...) Estoy harto de este equipo" son algunos de los comentarios reaccionando a la noticia
¿Quién es Brian Schottenheimer el nuevo entrenador de Dallas Cowboys?
Brian Schottenheimer, conocido por su experiencia como coordinador ofensivo en equipos como los Jets de Nueva York, Rams de San Luis y Seahawks de Seattle entre 2006 y 2020, asumió un rol clave junto al entrenador en jefe Mike McCarthy en la ofensiva de los Cowboys de Dallas. Sin embargo, la temporada 2024 fue una de altibajos para el equipo y su mariscal de campo, Dak Prescott.
En su primer año con la dupla McCarthy-Schottenheimer, Prescott vivió una de las mejores campañas de su carrera. Bajo este liderazgo, la ofensiva de los Cowboys parecía sólida y bien estructurada, mostrando un alto nivel de ejecución que los llevó a obtener récords consistentes de 12-5 en temporadas anteriores y alcanzar los playoffs en tres ocasiones consecutivas.
No obstante, la historia cambió drásticamente esta temporada. A pesar de un comienzo optimista, la ofensiva de los Cowboys mostró señales de estancamiento, lo que fue evidente incluso antes de la lesión de isquiotibiales que dejó a Prescott fuera del campo. El equipo terminó la temporada con un decepcionante récord de 7-10, rompiendo su racha ganadora y quedando fuera de la postemporada.
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