Randy Arozarena impulsó tres carreras con un doblete productor, cruzó home con un sencillo subsecuente de Joey Meneses y caminó hacia el dugout de México consciente del triunfo (10-3 vs. Canadá), con Volver, Volver de Chente Fernández en las bocinas del estadio (Chase Field).
No existe nadie en la novena mexicana, y tal vez tampoco en todo el Clásico Mundial de Beisbol, más querido que él. Es un pelotero de élite y un personaje en todo el sentido de la palabra, además de un hombre que se ganó el cariño y el respeto de prácticamente todos.
Mientras el relevistas César Vargas calentó en el montículo en el séptimo inning, el "yucateco" nacido en Cuba se recargó en la barda del jardín izquierdo, estiró los brazos, recibió todo tipo de objetos de los aficionados (incluida una manopla gigante) y firmó muchos autógrafos.
El último out arribó por la vía del ponche, con una pequeña carga de incertidumbre: el ampayer se quedó estático y tras una fracción de segundo, como si pensara "igual ya está definido", marcó el strike de la victoria y de la clasificación a los cuartos de final en Miami (Florida).
Con mucho carácter y determinación, México se sobrepuso después de la derrota vs. Colombia, y se afianzó como uno de los equipos más sólidos y poderosos (ofensivamente) en el torneo. En los últimos tres partidos en Phoenix registró 23 anotaciones; sólo nueve en contra.
La pantalla gigante, debajo de las banderas de Estados Unidos y Arizona, anunció el triunfo azteca, además del siguiente destino. Los jugadores saludaron desde un costado del campo y la afición se entregó como sólo sucede en México, aunque no fue en México...
- 5 carreras impulsadas de Arozarena.
- 6, mejor lugar de México en el torneo.
- 10 imparables sumó en el partido.
- José Urquidy fue el pitcher ganador.
- México vengó la derrota contra Canadá que lo eliminó en 2013.
- Rowdy Tellez conectó un cuadrangular solitario al derecho.
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