En los pasillos del Chase Field sólo se habla en español y las banderas (además de matracas, trompetas y playeras) son mexicanas. Alexis Wilson comandó la victoria en Phoenix y México encaminó su clasificación a los cuartos de final del Clásico Mundial de Beisbol.
Después de imponerse esta noche 2-1 ante la selección de Gran Bretaña (Chase Field), la novena dirigida por Benjamín Gil depende de sí misma. Sin embargo, enfrenta un encuentro de todo o nada contra Canadá, una especie de octavos de final en fase de grupos.
Taijuan Walker completó cuatro entradas casi perfectas (un hit), que bien pudieron ser muchas más si no existiera la restricción de pitcheos. En su labor, en el penúltimo partido en Arizona, el abridor mexicano sumó ocho ponches y únicamente una base por bolas.
Al estadio acudieron poco más de 17 mil aficionados
El grito de "México, México, México" retumbó al unísono en las tribunas de un estadio con poco más de 17 mil aficionados presentes. Y la coordinación casi perfecta también existió en contra de algunas marcaciones del umpire, detrás de home y en segunda base.
La unidad entre aficionados aztecas sólo se rompió en dos escenarios puntuales: cuando el jardín izquierdo abucheó porque la ola no progresó y cuando contendieron por las pelotas, sólo en territorio de foul y que casi nunca cayeron en las filas de más arriba.
El nacionalizado Randy Arozarena fue el más querido del público. Portó una máscara plateada de luchador, firmó autógrafos y regaló pelotas, incluida una durante el partido, después de atrapar un profundo elevado en la franja de advertencia, en el cuarto capítulo.
Él mismo (Randy) completó el out 27, tras capturar un elevado que pareció rozar el techo cerrado del estadio, pero que no puede ser considerado de Grandes Ligas porque fue fuera del cuadro. El pitcher relevistas JoJo Romero se adjudicó la victoria en el partido.
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