En 1964, un golpe de estado derrocó al gobierno de Joao Goulart en Brasil y asumió la presidencia el general Castelo Branco, quien lideraría una Junta Militar que impondría un estado de terror en el país sudamericano, con miles de torturados, muertos y desaparecidos.
Sin embargo, tal y como se puede ver en la cinta Aún estoy aquí, esa época oscura también generó una revolución artística de alcances increíbles, los cuales no solo formaron parte de una resistencia interna y denuncia externa sobre las condiciones en las que se vivía en el Brasil de la dictadura. A esta corriente se le conoció como Tropicália o Tropicalismo.
Aunque su raíz histórica se ubica en un poema de la década de los 20, donde se anima a los brasileños a canibalizar a las demás culturas para hacer una cultura propia, la Tropicália tiene dos protagonistas fundadores: el escultor Hélio Oiticica y el músico Caetano Veloso.
Hacia 1967, Oiticica realiza una pieza que nombre Tropicália, donde desafía tanto las convenciones del arte europeo como del arte contemporáneo estadounidense, lo que inspiraría a Veloso y otros músicos para protestar contra la dictadura, pero a la brasileña.
¿De qué trata la Tropicália?
Aunque el movimiento artístico tuvo ramificaciones en el cine, con Glauber Rocha y sus cintas protagonizadas por el personaje António das Mortes, en la escultura con el propio Oiticica y en la danza, la arquitectura o la poesía, fue en la música donde tuvo sus mayores expresiones.
En ese sentido, el Tropicalismo supo sumar ritmos como el funk, el rock e incluso el blues a temas eminentemente brasileños, como la samba, la bossa nova, las baladas y otras expresiones que le dieron carácter único.
“Irreverente, la Tropicália transformó los criterios de gusto vigentes, no solo en cuanto a la música y la política, sino también en cuanto a la moral y el comportamiento, el cuerpo, el sexo y la vestimenta.
"La contracultura hippie fue asimilada, como también se adoptó la moda de los cabellos largos y ondulados y las ropas escandalosamente coloridas”, detalla la investigadora cultural Ana de Oliveira.
En un principio fue un movimiento meramente artístico que pronto se volvió político. Fue obviamente rechazado por la dictadura, que veía en el comportamiento de los jóvenes algo escandaloso y subversivo, pero también por los izquierdistas, quienes lo veían como algo banal.
Entre sus mayores representantes se encuentran Tom Zé, el grupo Os Mutantes, Nara Leão, Gal Costa, Gilberto Gil y Caetano Veloso. Todos sufrirían la represión, todos serían exiliados, pero los dos últimos, además, padecerían la cárcel y la tortura en Brasil.
Estas son 7 de las canciones icónicas de Tropicália
Aunque duró solo un año como movimiento activo, la Tropicália revolucionó el mundo de la música dentro y fuera de Brasil
Panis et Circensis - Os Mutantes
País tropical - Jorge Ben
Geléia geral - Gilberto Gil
Tropicalismo - Caetano Veloso
Divino maravilhoso - Gal Costa
Bat Macumba - Rogério Prat
Lindonéia - Nara Leao
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