Crítica de cine

Anora: una Mujer bonita del nuevo milenio

Inspirada lo mismo en Mujer bonita que en la historia de Cenicienta, esta cinta fue la ganadora de la Palma de Oro de Cannes y es una de las máximas contendientes en la temporada de premios

Anora: una Mujer bonita del nuevo milenio
Anora obtuvo la Palma de Oro del Festival de Cannes y estuvo nominada en los Globos de Oro. Foto: Especial

Hay dos historias que se repiten una y otra vez en el cine, contadas de mil maneras diferentes pero, al final, con la misma anécdota: una es la del Conde de Montecristo, donde el protagonista vuelve a casa para cobrar venganza, y otra es la de Cenicienta, con una mujer que encuentra a su Príncipe Azul.

Una de las versiones de Cenicienta más entrañables y favoritas del público desde hace algunas décadas es Mujer bonita, protagonizada por Julia Roberts y Richard Gere, donde la veta cómica y la urbanización de la historia la convirtieron en un clásico. Ese es el mismo camino que recorre Anora.

Anora es una chica de 23 años que se prostituye en un local de Brooklyn y no tiene ningún problema con ello. Inteligente y despierta, no duda en dar su opinión sobre su propio trabajo o el de sus compañeras.

Las cosas cambian cuando conoce a Iván, un junior ruso que, tras una noche de parranda y luego de mostrarle su palacio, le ofrecerá 15 mil dólares a cambio de convertirse en su novia, lo cual los llevará a una semana de fiesta y decisiones a las que deberán hacer frente.

A diferencia de Mujer bonita, en Anora sí sabemos qué pasa después del “vivieron felices” y, spoiler, no lo hicieron: cuando la familia rusa se entera que su hijo se casó con una prostituta en Las Vegas, despliega todo su poder para terminar con esa unión.

Dirigida por Sean Baker, quien sorprendió a la Academia de Cine de Estados Unidos con su Tangerine, una historia sobre dos prostitutas trans de Los Ángeles grabada con iPhones, o The Florida Project, una agridulce historia sobre otra trabajadora sexual en las afueras nada turísticas de Florida, Anora es a veces punzante, aguda, pero sin dejar de ser un cuento de hadas.

La actuación de Mikey Madison es una de las mejores del año. Foto: Especial

La mano del cineasta se nota en la elección de los paisajes, como las playas de Coney Island cerradas durante el invierno, cuyo desazón ya nos mostró Mi amigo robot el año pasado, además de la muy certera selección de los actores que participan en ella.

Los roles principales, interpretados por Mikey Madison y Mark Eydelshteyn, además de sus soportes cómicos, desarrollados por Karren Karagulian e Ivan Borisov, quienes interpretan a un frenético cura ortodoxo y un matón torpe y de buen corazón, funcionan con una precisión de relojería en donde nada sobra: la música e incluso el vestuario de Anora te darán pistas sobre lo que pasa en el interior de ella misma.

Anora ya se encuentra disponible en las carteleras de cine de todo el país.

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