Un cabaret de bandidos, un mito urbano, un lugar en el que siempre será mejor detenerse a pensar la posibilidad de permanecer, eso es La Corte de los Milagros. Surgida hace una década, la compañía teatral es un excepción en la Ciudad de México; sus montajes —“(a)puestas”, les llaman ellos— pueden provocar todo, menos indiferencia. Su sello es, precisamente, provocar.
“Somos una compañía mexicana disidente de artes escénicas”, dice Leticia Olvera, fundadora e integrante de la joven asociación. Con “La falsa suicida” (estrenada en 2017 a partir de un texto de la irreverente Angélica Liddell) terminaron por definir su camino, a partir de entonces, la experimentación y la exploración de la oscuridad humana, la decadencia, la miseria, pero también de “sus opuestos”, son su huella dactilar.
A propósito del aniversario de La Corte de los Milagros, Olvera habla en entrevista sobre su propuesta. En 2022, el año de celebración, la agrupación estrenó “Nada viene del latín Nacer”, sobre poetas suicidas, y acaba de cumplir una exitosa quinta temporada reponiendo “La Falsa Suicida”. Para cerrar el año, de agosto a septiembre, trabajaran en el Laboratorio de creación e investigación escénica “Identidades en tránsito”, que se llevará a cabo en Oaxaca con el apoyo de Fomento a Proyectos y Coinversiones Culturales 2021.
-¿Cómo surge La Corte de los Milagros y con qué objetivo?
La Corte de los Milagros fue un cabaret de bandidos, de deshechos humanos, donde todo es tan rojo de vino como de sangre, es un mito urbano sobre una fauna que se piensa como peligrosa, habita en barrios infames, siempre es un lugar donde no es bueno parar. Utilizamos el nombre de La Corte de los Milagros en un sentido metafórico para señalar nuestra búsqueda de la comprensión de lo desagradable y lo poético de lo humano. Por ello nuestros proyectos se han volcado en temas y textos que aborden los lados oscuros del alma.
-¿Quiénes están detrás de la compañía?
Está conformada por tres artistas: Leticia Olvera, Andrómeda Mejía y Augusto Pedraza. Interesados en las artes escénicas y visuales decidimos experimentar, investigar, reflexionar y crear en colaboración. Nuestros cruces de creación son la intervención de espacios no convencionales, la inter-disciplina y la generación de experiencias.
-¿Cuál es el teatro que le interesa a la compañía?
Buscamos adentrarnos en la perversidad de nuestra humanidad sin prejuicios, con total libertad creativa, estética y discursiva. Hablamos de la oscuridad humana, la decadencia, la miseria, la fragmentación, la violencia, la crueldad y con ello, de sus opuestos. Apelamos al intercambio, al diálogo y a la colaboración con otros creadores. También trabajamos con la improvisación, con el cuerpo instintivo, la actoralidad performática y con otras formas que subyacen al placer del hallazgo.
-¿Qué proyectos han surgido en estos diez años?
Durante 10 años hemos tenido 11 piezas escénicas, entre lo presencial y lo virtual. Lo más reconocido es “La Falsa Suicida”, “Parió la Leona”, ambas en México; “El pequeño resto de mi vida en mi” virtual; y “The Other”, en Bruselas, Bélgica. Nuestro proceso de creación parte de la belleza convulsa, el placer del hallazgo, derrumbar la expectación y el espacio como actante.
Hemos logrado hacer coproducción con Erasmushogeschool Brussel (2019) y Escena México Contemporánea, A. C. (2018) Nuestros trabajos escénicos han formado parte de Tiempo de Mujeres (2021), del Festival de Artes Escénicas del Estado de México (2019), la Segunda Invasión de Espacios Mórbido (2018) en Ciudad de México y la Programación de Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la CDMX (2017).
-¿Cuál el proceso de preparación de un proyecto teatral de la compañía?
Nuestra compañía nace en 2012 con sede en la Ciudad de México. Durante más de una década de trabajo hemos realizado una investigación continua en las artes escénicas y la interdisciplina en espacios no convencionales. Los proyectos han ido derivando de lo escénico a partir de la dramaturgia hacia generar dramaturgias expandidas con la colaboración de los creativos invitados, así se ha ido planteando una personalidad particular de nuestras (a)puestas escénicas. Nuestra consigna es no dejar de investigar, de hacernos preguntas, de crear a pesar de la circunstancias.
Si bien nuestros primeros proyectos tenían una base textual, muy pronto nos decantamos por la experimentación y procesos de laboratorio donde convergen todos los creativos, desde la horizontalidad del trabajo; desapegarnos de la verticalidad que se explica desde la dirección y el dramaturgo para volcarnos en la libertad creadora donde el diálogo espacio-cuerpo-experiencia es posible.
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