Marina Ruiz Rodríguez, poeta, escritora, performer y editora mexicana, asegura durante una entrevista que tras las manifestaciones del pasado 8 de Marzo, en donde miles de mujeres se concentraron en distintas ciudades del país para manifestar su enojo ante los crímenes y desapariciones de mujeres, son una muestra de que hay que voltear la mirada al movimiento desde la coyuntura artística. Una "trinchera en donde se realiza también un trabajo productivo, trascendental e incluyente."
Entrevistada para El heraldo de México, Marina Ruiz considera que existe un movimiento feminista artístico contemporáneo y es muy claro distinguirlo, ya que cada quien está en el feminismo desde su trinchera; “cada una va desarrollando principios feministas; cuando hablamos de sororidad, y estamos en el arte, hacemos trabajo que tiene que ver con la sororidad,” refiere y explica esta sentencia.
Como integrante de la "Colectiva Editorial Hermanas en al Sombra", Marina Ruiz trabaja con mujeres en prisión; además edita y difunde la obra de mujeres en prisión y de mujeres excarceladas, explica. Ella destaca esta actividad como una forma de sororidad y una manera, en este caso propia, de hacer arte desde el feminismo. Ruiz Rodríguez aclara y explica que sí existe una base feminista, una base teórica, que las sostiene, pero que ademas está siendo cuestionada por la propia práctica y está siendo re elaborada todo el tiempo.
Arte y feminismo, un proyecto conjunto
El feminismo y el arte destacan por ser parte de un proyecto conjunto, explica Marina Ruiz Rodríguez, quien considera el feminismo como un proyecto cultural de consciencia que tiene una teoría y tiene una práctica: “Se está dialogando todo el tiempo con el propio feminismo y con la interacción con el entorno, a través de la producción artística. Construimos ese diálogo que va integrado, el arte no es un recipiente de conceptos, es una ejecución en proceso, es decir, el cómo hacemos arte es lo importante y ese cómo es el feminismo,” sentencia.
La joven poeta destaca que en este proceso las compañeras del camino son también sus referencias, con quienes atraviesan el proceso del feminismo contemporáneo. Junto a ellas, y aprendiendo de ellas también, ha descubierto que juntas son más fuertes, “siempre que se sienten a hablar con el corazón y desde la realidad pueden encontrar puntos de encuentro que les permiten tener caminos conjuntos de construcción colectiva y una de las cosas fundamentales es aprender colectivamente,”explica.
En el trayecto hacia el feminismo, Ruiz Rodríguez también resalta la participación de artistas que realizan trabajo performático, como ella lo hace, un trabajo literario, así como proyectos artísticos, que también fungen como inspiración para el movimiento: “Cuando eres artista y estás trabajando desde el feminismo hay una toma de consciencia, si se piensa que el feminismo es una cuestión teórica únicamente no es cierto, el feminismo es una forma de vivir, es una postura ante la vida, ya que todo lo empiezas a mirar, a percibir y a interpretar desde un feminismo de tu vida cotidiana,” apunta.
La radicalidad de la vida conduce al feminismo
Marina Ruiz Rodríguez, quien además ha participado en las colectivas “Las poetas del megáfono”, “La colectiva Editorial Hermanas en la Sombra”, “Contingetxas”, y “Animalas y Lumbreras”, explica que hay una radicalidad en la vida que la llevó al feminismo: “Nos volvemos feministas porque hay una necesidad radical de transformar nuestra realidad, que es muy opresiva, entonces al encontrar el feminismo también hallamos herramientas de nuestra creatividad que no sabíamos que existía. El feminismo nos ayuda a transformarnos, a mirar las cosas desde otro lugar y nos da motivos para crear,” señala.
La escritora destaca además que el feminismo es un movimiento que se da paulatinamente y que implica muchas posturas, muchas maneras de trabajar y de asumir el propio feminismo. Por ejemplo, “cuando hacemos arte ensayamos respuesta también porque el arte se comunica con la realidad, así como el feminismo radical se comunica con la realidad,” detalla.
Para entender este punto, Ruiz Rodríguez hace una referencia al patriarcado y destaca que “el patriarcado no se reduce al machismo, es mucho más; es un sistema que se basa en la explotación del cuerpo de la mujer,” como ejemplo destaca la manera en que el cuerpo de la mujer está siendo usado constantemente para hacer las labores domésticas; “eso hace que todo el sistema sea un sistema perverso montado sobre la explotación de las mujeres.”
Ruiz Rodríguez explica que para entender el movimiento feminista que lo abarca todo hay que comprender al manera en que cuestiona el sistema patriarcal, aquel “en el que estamos viviendo y que se configura junto con el capitalismo, el sistema económico, de una manera aberrante. Ya que la propiedad privada, sobre lo que está montada el capitalismo, se montó sobre el cuerpo de la mujer, sobre la restricción de la sexualidad de las mujeres,” abunda.
“El fundamento del capitalismo es el patriarcado, digamos que el capitalismo es un hijo muy robusto de este patriarcado. Por eso es importante entender un movimiento que hace esta crítica profunda al sistema en el que vivimos porque lo que está haciendo es derribar y poner en cuestión las condiciones materiales para que este sistema económico funcione,” concluye la poeta y escritora.
mypr