En la pequeña ciudad de Caborca, la misma que Roberto Bolaño utilizó como escenario de “Los detectives salvajes” y “2666”, y que en el siglo XIX se convirtió en bastión de la defensa de la soberanía nacional frente al expansionismo estadounidense, ha surgido uno de los escasos proyectos de infraestructura cultural en tiempos de la pandemia.
En esa tierra del desierto sonorense, fundada en 1693 por el misionero jesuita Eusebio Francisco Kino, se levanta el Museo Histórico y Etnográfico de Caborca (MHEC), un espacio que busca situar en el mapa cultural nacional a toda una región, tradicionalmente asociada con la narcocultura. “El museo se convierte en el único de la región noroeste, no hay más”, dice Octavio Avendaño, director de Cultura de Caborca, e impulsor de la iniciativa.
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Utilizado en otro tiempo como cuartel militar y bodega, el edificio, acondicionado con dos salas permanentes y una temporal, ludoteca, bodegas, tienda y un centro de documentación bautizado con el nombre de José Jesús “El Loco” Valenzuela, en honor al cronista de la ciudad, vincula, además, la añeja historia de la región con el arte contemporáneo, local y nacional.
“Caborca está marcado por una serie de conflictos criminales, que tiene que ver con el narcotráfico a lo largo del país, con la narcocultura en el noroeste del país”, cuenta Avendaño. El proyecto del museo y de todo el plan cultural implementado en la ciudad sonorense, radica en ofrecer otras referencias visuales, de información e identidad, principalmente a los niños y jóvenes caborquenses.
Después del recorrido por dos salas en los que repasa la historia de los primeros pobladores de la región (Caborca es la población con más petrograbados de toda América Latina), de las misiones jesuitas y los orígenes mineros de la zona, los muros del MHEC fueron intervenidos con murales de tres artistas: Rafael Uriegas, Miguel Fernández de Castro y Fernando Peñuelas.
Recuperar el edificio y convertirlo en museo ha sido un trabajo de voluntades que inició con un apoyo del PAICE de un millón de pesos, medio millón proveniente del estado de Sonora y algunas aportaciones de la incisiva privada. Avendaño trabaja ya en un programa de exposiciones y educativo que refuerce la labor del espacio; por lo pronto prepara un convenio de colaboración con el Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM, para seguir realizando investigación científica en el lugar.
Elementos
-En el museo se exponen piezas históricas como vasijas, puntas de flecha y petrograbados
-Se cuenta el episodio en el que Caborca repelió el ataque de EU en 1854
-El presidente municipal Librado Macías inauguró el espacio
-Una sala está dedicada a los orígenes de los primeros pobladores Hohokam en la región
Por Luis Carlos Sánchez
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