La princesa de Gales fue un ícono de los 80, rompió todos los esquemas de la realeza, desafió la corona con sus actos de altruismo y sus looks fashionistas y "prohibidos", siguió su instinto y se dejó guiar por sus sentimientos, mismos que la llevaron a ser víctima de una persecución por parte de los paparazzis, lo que provocará un trágico desenlace que terminara con la vida de la madre de los príncipes Willian y Harry.
Hace algunos meses, su hermano, Charles Spencer ha compartido algunos detalles de la vida de la princesa Diana, compartió una terrible temporada de su vida que marcó para siempre su infancia, algunos aseguran que la familia sufrió una terrible maldición que se repitió en la vida matrimonial de Lady Di.
Trauma
Como en muchas familias, en ocasiones las relaciones matrimoniales llegan a a triste decisión de terminar la historia de amor mediante el divorcio, situación que afecta a todos los miembros de las familia, sobre todo a los más pequeños, y como bien sabemos "hasta en las mejores familias", el divorcio de los padres de Lady Di fue algo que afectó la infancia de Diana, de una forma fulminante.
Este lamentable episodio traumo a la princesa, según las declaraciones de Spencer, quien además a mostrado poco a poco algunos detalles de la vida de la princesa de Gales, antes de casarse con el príncipe Carlos, lo que sigue despertando curiosidad pero también nuevas incógnitas que quizá nunca lleguen a descubrirse.
En la entrevista que Spencer dio a el diario británico The Sunday Times, recordó que el divorcio de sus padres en 1969 marcaron la infancia y adolescencia de Diana, ya que ella tan solo tenía cinco años, compartió que mientras su madre estaba empacando sus cosas para marcharse de la casa, le prometió a Diana que regresaría pronto para verla, a lo que Diana solía esperarla en la puerta pero jamás volvió.
Suceso que le provocaría tener varias crisis emocionales, incluso algunas fuentes aseguran que la princesa tuvo varios intentos de suicidio, afectando también su propio matrimonio con el hijo de la reina Isabel II, además de haber pasado cerca de 20 años acudiendo a terapia para tratar de superar su "terrible infancia".
Spencer compartió que su padre tenía una personalidad muy introvertida y callada y aunque siempre les demostraba su amor, su madre no estuvo hecha para la maternidad, no era su culpa, nadie sabía como enfrentar esa situación por lo que eso afectó doblemente a todos.
Con información de Quien
avh