MANUEL FELGUÉREZ

Vicente Rojo: sin libertad no se puede crear

El artista plástico rememora su amistad con Manuel Felguérez y comparte algunas ideas sobre la creación y el arte

CULTURA

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Vicente Rojo es pintor, escultor, diseñador gráfico, editor; amigo entrañable de Manuel Felguérez.  Foto: Cortesìa. Créditos: Foto: Cortesía

Entrevista a Vicente Rojo, pintor, escultor, diseñador gráfico, editor; amigo entrañable de Manuel Felguérez

 

SALVADOR VERA (SV): Maestro Vicente Rojo, ¿cómo definiría la creación de Manuel Felguérez?

VICENTE ROJO (VR): Manuel Felguérez fue uno de los mayores artistas de la segunda mitad del siglo XX. Creo que en esa época, Felguérez se convirtió en un artista mayor al abrir un gran camino a la abstracción en México. Es un gran artista con diferentes facetas, como son las de pintor, escultor, maestro, e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México; desde cada una impulsó a numerosos artistas de las nuevas generaciones.

 

SV: ¿Qué nos comenta sobre su colaboración y amistad con el maestro zacatecano?

VR: Tuve una relación de amistad con Manuel desde mi primera exposición en 1958. Es decir, mantuvimos una relación estrecha durante 60 años, en los cuales me consideré siempre como su alumno, aun cuando él solo era cuatro años mayor que yo.

 

SV: Se ha escrito mucho acerca de esto, pero en el marco de “la desaparición de Felguérez”, le quiero pedir su reflexión sobre el movimiento de Ruptura en México.

VR: De ninguna manera estoy de acuerdo con considerar aceptable la idea de “la desaparición de Felguérez”. Se sabe que todo gran artista, como él, siempre estará presente. Como miembro fundador y distinguido de la Generación de la Ruptura, junto con Lilia Carrillo y Fernando García Ponce, con el abstraccionismo, no sólo renovó la Escuela Mexicana de Pintura, sino que abrió el camino a pintores figurativos muy diferentes entre sí, como son Gironella, Cuevas, Vlady, Echeverría o Lucinda Urrusti.

Abrió el camino a pintores figurativos muy diferentes entre sí. Foto: Cortesía

SV: A los artistas que encabezaron el movimiento de Ruptura, los unían muchos lazos profesionales y afectivos...

VR: Curiosamente, nunca hubo un manifiesto de los miembros de la Ruptura (que a Manuel y a mí nos gustaba llamar “Apertura”). Éramos solamente un grupo de amigos heterogéneos que intercambiábamos nuestras respectivas ideas como artistas visuales, narradores y poetas, músicos, cineastas, directores de teatro o de danza, arquitectos...

SV: Su primera exposición individual tuvo lugar en 1958, tiene un vasto trabajo de más de seis décadas, ¿qué proyectos lo ocupan actualmente?

VR: Hace un año, presenté en el edificio del Monte de Piedad, frente al Zócalo, un vitral de luminosidad móvil que titulé Versión celeste. Casi al mismo tiempo, realicé, en el nuevo Museo Kaluz, en plena avenida Reforma, un mural en piedra que titulé Jardín urbano. Precisamente con el tema de los jardines, inicié una nueva serie de pintura, grabado y, posiblemente, escultura. En este momento se está realizando una fuente mía, dedicada a Octavio Paz, en uno de los grandes patios del Colegio de San Ildefonso.

SV: Un personaje se queda en nuestra memoria por algún hecho o pasaje, algún momento  “fotográfico”, ¿cuál es ese momento que  permanece de Felguérez en su memoria?

VR: Tengo siempre presente una fotografía de Felguérez. Es de un Manuel muy joven, de 20 o 21 años, muy guapo, que está en plena Lacandona, en Bonampak, acompañado de un lacandón y dos pequeñas niñas que están riendo con él. Manuel también sonríe, con la misma sonrisa que mantuvo a lo largo de sus 90 años.

"Tengo siempre presente una fotografía de Felguérez. Es de un Manuel muy joven, de 20 o 21 años". Foto: Cortesía

SV: En otro tema, el papel del Estado como  promotor, impulsor de la creación, ¿qué nos dice?

VR: En efecto, una tarea primordial del Estado es atender a los más pobres, lo cual, sin embargo, no debe implicar la reducción presupuestaria a las ciencias, las artes, la tecnología y las humanidades, ya que estos quehaceres, mientras que son indispensables para el desarrollo del país, lo son más para que los pobres puedan dejar de serlo.

 

SV: El COVID en el mundo, 2020. Algo nos  modificó la forma de vivir, de relacionarnos,  ¿qué se imagina que puede dejar a las artes?

VR: En lo personal, el COVID-19 no me ha creado más que incertidumbre en cuanto a lo que va a significar para nuestra forma de vida en general, obviamente incluyendo, en mi caso, las artes.

 

SV: ¿Qué es el momento creativo para Vicente Rojo?

VR: A lo largo de los años, lo que siempre he tratado de hacer ha sido desarrollar mi imaginación, la poca o mucha que haya tenido. Lo he hecho siempre con absoluta libertad. Tengo muy presente que sin libertad no se puede crear; de hecho, sin libertad tampoco se puede vivir.

 

Por Salvador Vera