ARQUITECTURA

Hotai

Cada uno de sus proyectos proviene de un proceso de investigación y experimentación, que conjunta lo artesanal y lo industrial

CULTURA

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HOTAI. 2020 Madera de maple, cuarzo, latón, LED. Foto: Cortesía Sten Studio

Sten Studio, en la Ciudad de México, es un estudio de diseño cuyo motivo es crear mobiliario y objetos que hagan del uso de minerales entre sus materiales algo esencial. Gracias a ello, todas las piezas son únicas, dadas las características propias de cada una de las piedras.

Nace a partir de la pasión por la geología y el diseño industrial, lo que ha dado como resultado la experimentación con cristales de roca que no han sido explorados en el mundo de la decoración.

Las piezas de Sten Studio pretenden provocar deseos y emociones a través de la selección de materiales y técnicas. Cada proyecto proviene de un minucioso proceso de investigación y experimentación, que en su desarrollo conjunta lo artesanal y lo industrial para asegurar la calidad y la funcionalidad de cada pieza.

Para llevar a cabo esta visión, uno de los valores clave para de este estudio es el trabajo colaborativo, lo que ha dado como resultado sinergias con otros reconocidos estudios de diseño.

PIEZAS. Pretenden provocar deseos y emociones, a través de materiales y técnicas.| Foto: Cortesía Sten Studio 

Hotai, el nombre de esta lámpara, significa precisamente “complemento”, una estructura donde tres elementos –madera, cuarzo y luz–coinciden para crear una forma incompleta y sin embargo estéticamente placentera.

El principio del fukinsei, o desequilibrio, alude a la ausencia de simetría en el mundo natural, donde no existiría la absoluta precisión formal que cada elemento tiene, sea la curvatura de la madera, la esfera mineral o la proyección artificial de la luz.

Aunado a ello,  el principio del kanso, o simplicidad se aprecia en la estética minimalista de las dos figuras geométricas que conforman la lámpara; por otro lado, se explora el principio shizen, o naturalidad, debido al uso de materiales naturales; yugen, o profundidad, el cual se logra por la transparencia del cristal que muestra todas sus inclusiones, y por último, seijaku, o quietud, aludiendo a una naturaleza introspectiva y a la calma que produce la lámpara a través del equilibrio en los elementos.

Es a través de este particular diseño que se tiende un puente entre las teorías y conceptos culturales y la acción azarosa –desigual de la naturaleza–.

Este complemento constituye un circuito entre ambas: la esfera –cuyo interior es, no obstante, totalmente desequilibrado– es seguida por la curva de la madera, cuya circularidad queda incompleta, y finalmente por un foco cuya iluminación vuelve a la esfera absorbiendo refractando la luz en imprevistas e incontrolables.

De igual manera, Hotai estudia varios fenómenos físicos como la ley de la gravedad; la curva de madera por sí sola no podría quedarse estable, es el cuarzo que por su volumen y peso le brinda estabilidad, así como la madera se lo da al cuarzo.

La dualidad de Hotai permite crear dos atmósferas diferentes: por un lado, la lámpara superior emite un potente haz de luz y, por el otro, la luminaria inferior, a través del cuarzo se difumina para estilizar un ambiente por su sofisticada y original apariencia.

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