Mundo de la música

Así fue la última sesión de fotos de Kurt Cobain, se dice que acababa de tener una sobredosis

La leyenda del grunge pasó por muchas complicaciones a lo largo de su vida y antes de morir nos regaló una de las fotografías más emblemáticas del músico

Cuando hablamos de grunge es imposible no pensar en el trabajo de Nirvana, quienes en septiembre de 1991 irrumpieron en el panorama musical con los guitarrazos que consolidaron a "Nevermind" como uno de los discos que no solo transformó la banda liderada por Kurt Cobain en un fenómeno mundial, sino que marcó un antes y un después en la historia del rock. Poca era la tolerancia de los sectores más conservadores ante la actitud desafiante y desinteresada de Nirvana y ésto sólo fue el comienzo de un impacto cultural que los convertiría en una de las agrupaciones más reconocidas y trágicas del siglo XX.

Nirvana, conformada por Kurt Cobain (guitarrista y cantante), Dave Grohl (baterista y corista) y Krist Novoselic (bajista que le dio la escencia que nadie más ha podido replicar), se topó de frente con el éxito comercial de "Nevermind", mismo que fue tan arrepentido como abrumador. Liderado por el sencillo "Smells Like Teen Spirit", el álbum no solo destronó a Michael Jackson del número uno en las listas de Billboard, sino que capturó la esencia de una generación desencantada, harta y enojada.

Sin embargo, esta fama global trajo consigo una carga emocional y psicológica que Cobain nunca pudo manejar del todo, pues a pesar de que su música resonaba con millonesde personas alrededor del mundo, la atención mediática y la presión de ser el portavoz de su generación lo atormentaron hasta el día de su muerte.

Fue así como a lo largo de 1992 y 1993, la vida de Cobain se convirtió en un torbellino mediático; su matrimonio con Courtney Love, la vocalista de Hole, y el nacimiento de su hija, Frances Bean Cobain, fueron temas constantes en los encabezados, que alternaban entre admirar su talento y escandalizarse por su estilo de vida caótico. De la misma forma, el cantante luchaba con su adicción a la heroína y con problemas de salud crónicos, como un dolor estomacal debilitante, del cual nunca obtuvo un diagnóstico claro. Para él, estas dolencias físicas eran tan insoportables como la presión emocional que lo rodeaba.

La última sesión de fotos de Kurt Cobain, un recuerdo del grunge

Uno de los momentos que mejor ilustran su estado en este periodo de oscuridad ocurrió el 23 de julio de 1993, durante lo que sería su última sesión fotográfica oficial del cantante. Esa tarde en Nueva York, el fotógrafo Jesse Frohman, conocido por capturar a varias estrellas del rock, se reunió con Kurt Cobain para un reportaje que sería publicado en la revista "Observer", y lo que se suponía iba a ser una sesión rutinaria terminó reflejando la frágil condición del músico.

Es así como la sesión fotográfica tuvo lugar en el Omni Hotel de Nueva York, y aunque las imágenes que Frohman capturó se han convertido en iconos culturales, las circunstancias detrás de ellas fueron inquietantes, pues según Frohman, Cobain llegó tarde, una señal común en los artistas, pero esta vez con un motivo alarmante: acababa de sobrevivir a una sobredosis de heroína.

Tan pronto como llegó Kurt, pidió un balde de manera muy educada y discreta. Yo le pregunté: ‘Claro, pero ¿para qué necesitas un balde?’; y él respondió: ‘Porque creo que voy a vomitar' [...] En ese momento, no sabía que Kurt acababa de tener una sobredosis [...] Parecía frágil, pero, al mismo tiempo, increíble. Realmente creo que fue un ícono natural de la moda sin darse cuenta de ello. Simplemente estaba siendo una estrella de rock, declaró Jesse Frohman para el medio Mojo4music.

Estas fotos cargadas de simbolismo, han sido objeto de análisis en exposiciones y libros, por lo que en ellas, el público encuentra tanto la crudeza de una vida marcada por el dolor como la autenticidad que hizo de Cobain una figura inmortal.
Fotografía: Instagram/@jessefrohman

El fotógrafo afirmó en aquella entrevista que Kurt Cobain se presentó vistiendo unas llamativas gafas de sol y varias capas de ropa que parecían un capricho estilístico improvisado, pero que ahora son vistas como símbolos de su estilo único, por lo que las imágenes resultantes de esa sesión se han convertido en una crónica visual de sus últimos meses, capturando tanto su genio como su sufrimiento.

Las imágenes capturadas por Jesse Frohman en esa fatídica sesión del Omni Hotel se publicaron por primera vez en "Observer" y, con el tiempo, adquirieron un estatus icónico, representando no solo a Cobain, sino a una generación en conflicto consigo misma. En una de las fotografías más emblemáticas, Cobain aparece con una expresión vacía detrás de sus gafas de sol, su cuerpo frágil envuelto en capas de ropa que parecen más una armadura que un atuendo.

Menos de un año después de aquella sesión, el 5 de abril de 1994, Kurt Cobain fue encontrado muerto en su hogar de Seattle, en lo que fue catalogado como un suicidio por arma de fuego. Tenía solo 27 años, convirtiéndose en uno de los miembros más emblemáticos del llamado “Club de los 27”, un grupo de músicos que murieron a esa edad, incluidos Jimi Hendrix, Janis Joplin y Jim Morrison.

El grunge, un subgénero del rock alternativo que había surgido en la escena de Seattle, pasó de ser un fenómeno underground a un movimiento dominante.
Fotografía: Instagram/@jessefrohman

El impacto de "Nevermind" de Nirvana en la industria musical

Y es que a principios de los años 90, la industria musical estaba dominada por el pop pulido y el glam metal, géneros que representaban la extravagancia y el exceso de los años 80. Artistas como Madonna, Michael Jackson y Guns N' Roses eran los reyes indiscutibles de las listas de éxitos, mientras que las bandas de glam metal como Mötley Crüe y Poison llenaban estadios con su estética llamativa y letras hedonistas.

En contraposición, el grunge, un subgénero del rock alternativo que emergía de la escena underground de Seattle, representaba una respuesta visceral y auténtica a la artificialidad predominante. Bandas como Soundgarden, Alice in Chains y Mudhoney comenzaron a ganar terreno con su sonido denso y emocional, pero fue Nirvana quien llevó este movimiento al centro de atención mundial con "Nevermind".

Fue así como "Nevermind" marcó el inicio de la era dorada del grunge, convirtiendo a Seattle en el epicentro de la música alternativa. Discográficas grandes comenzaron a firmar con bandas que previamente habían sido ignoradas, como Pearl Jam, Alice in Chains y Soundgarden, y este cambio abrió las puertas para que otros subgéneros del rock alternativo también encontraran audiencias más amplias.

Hoy, Kurt Cobain es recordado no solo como un músico excepcional, sino también como una figura compleja que personificó las contradicciones de su tiempo.
Fotografía: Instagram/@jessefrohman

De la misma forma, a diferencia de las estrellas de los años 80, conocidas por su glamour y perfección, Nirvana y otras bandas de grunge adoptan una estética más sencilla y realista. Cobain, con su ropa desalineada y su actitud antiheroica, se convirtió en un símbolo de autenticidad para millones de jóvenes y esto influyó en la moda, el cine y la cultura pop en general, llevando a una valoración de lo “real” por encima de lo estilizado.

Por otra parte, "Nevermind" demostró que una banda con raíces en la música underground podía tener un atractivo masivo si se manejaba correctamente. Esto llevó a una evolución en las estrategias de marketing, con un enfoque en la autenticidad y en el uso de canales alternativos como las estaciones de radio universitarias y MTV, que utilizaron un papel crucial en la popularidad de Nirvana.

La muerte de Cobain marcó el fin de Nirvana y dejó un vacío en la música que pocas bandas han logrado llenar, sin embargo, su legado permanece intacto. "Nevermind" continúa siendo considerado uno de los mejores álbumes de la historia, y su influencia se siente en generaciones de músicos que siguen inspirándose en su autenticidad y vulnerabilidad.