El Bósforo es un lugar que abre tarde, está enfrente del olvidado teatro Orfeón, en la zona centro de la Ciudad de México, y a dos locales de un Seven Eleven. Un enorme trozo de telón aterciopelado en un tono carmín intenso custodia la entrada, y al dar los primeros pasos dentro del pequeño local, no sentimos de golpe que sea un lugar premiado por su espacio y diseño, pero si reina la armonía, que hoy podríamos calificar como aesthetic. Sí, el Bósforo fue gentrificado, pero la verdad se convive en paz.
El local es duro, recio para la gente que busca un asiento cómodo para tomar y platicar en grupo. Una enorme barra de concreto sirve para atender a los cientos de personas que desfilan durante toda la tarde y la noche. Entre ellos, decenas de extranjeros que se hospedan cerca, en los enormes hoteles que están pegados sobre la Avenida Juárez, pero que han encontrado en el Bósforo un refugio para tomar buen mezcal, comer tlayudas, entre otros alimentos de autor, las diversas frutas que los empleados colocan en la pequeña barra de un lado y de los clásicos cacahuates enchilados con ajo, que se han vuelto un bálsamo para esos viajeros que buscan la sazón picante en la Ciudad de México.
El Bósforo vende el mejor mezcal en la CDMX
Y como detalle fino, el mezcal que venden en el Bósforo es de los mejores en la Ciudad de México. Tienen de varias regiones como Guerrero y Oaxaca y el precio vale cada gota de esta bebida ancestral, no importa si lo acompañas con una cerveza fría, nacional o importada, unos gajos de naranja con chile o unos chapulines salteados con ajo y chiles secos, el sabor del mezcal rompe con todo y queda impregnado en el paladar como una bomba intensa de sabor a cada sorbo. Este sabor no conoce de gentrificación, de extranjeros o nacionales, es un matiz que une con el simple punto de disfrutar de la compañía, la charla y la música que acapara el diminuto lugar.
Y si eres de esas gentes que respeta el mezcal por su fuerza y quemante sensación, un especialista del Bósforo te lleva paso a paso para degustar de las bebidas más ligeras, las aromatizadas y hasta las más intensas, todo con una base de frutas como ciruelas, lichis, duraznos y algunas manzanas verdes que ayudan para sentir a detalles esta bebida, y si aun así no caes en este lindo vicio, puedes tomar una cerveza o un pulque natural, mientras reposas en su pequeño tapanco, cubierto por una alfombra que se ha vuelto testigo de charlas, romances y bailes. Este sitio del Bósforo es de los más solicitados por esa intimidad que da y por la vista que ofrece de todo el lugar.
¿Dónde está ubicado el Bósforo?
La ubicación exacta del Bósforo es en la calle de Luis Moya, en el número 31-local 2 en la colonia Centro, de la alcaldía Cuauhtémoc, de la Ciudad de México. A este lugar puedes llegar saliendo de la estación Juárez del Metro CDMX y caminas hacia el Teatro Metropólitan o si vas en Didi o Uber, pues solo lo buscan en el mapa. El horario, si es más esquisto que muchos lugares de esa zona, comienza sus operaciones en punto de las 19:00 horas y termina su jornada pasadas las 2 de la madrugada, los precios ronda por 1 onza de mezcal desde los 50 o 60 pesos hasta los 200 pesos mexicanos por dos onzas de algún mezcal más especializado por región.
(Nota, no abren los días lunes y domingo)
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