Desde el punto de vista astrológico la Luna es un astro con un poder energético natural que influye no solo en la Tierra y sus ecosistemas, también en la población que en ella habitan. Todas las personas pueden utilizar los beneficios y el poder que aporta la energía lunar para su beneficio propio y aprovecharlos al máximo en tu vida.
Cada fase lunar genera efectos sobre los demás y también provee un potencial energético que pueden aprovechar para concretar sus proyectos, alcanzar sus metas ,lograr aquello que se ha propuesto realizar e impulsar al máximo los cambios en el entorno personal e inmediato.
Desde la antigüedad, las lunaciones fueron la base con la que se medía el tiempo, posteriormente esto dio origen a los meses del año, ya que dentro del ciclo planetario éstas duran aproximadamente 29 días, periodo que se aproxima a la duración de cada mes.
Aprovecha al máximo los poderes y la energía de la Luna
La Luna representa el principio femenino para muchas culturas, algo que se puede constatar en la conexión que existe entre el cuerpo de la mujer y la función de su ciclo menstrual, ya que éste suele estar vinculado con la Luna. Mientras que en la astrología, el satélite de la Tierra representa el instinto maternal, la fertilidad, las emociones, la capacidad de dar y recibir amor, los sentimientos y la intuición.
Las fases lunares, mientras tanto, se relacionan con los ritmos biológicos del ser humano; desde su nacimiento, el crecimiento, la plenitud, el declive y la muerte. En este punto es cuando el poder y la influencia de la Luna adquiere otras connotaciones, las cuales es posible implementar para la realización de rituales y también para buscar el bienestar propio.
Por ello, enseguida compartimos cuáles son los efectos, poderes y energías que cada fase lunar aporta, mismas que podrán ser usadas para efectuar rituales y así poner en marcha los deseos y objetivos que te conducirán a explotar al máximo la energía en tu vida.
LUNA NUEVA: marca el comienzo de un nuevo ciclo y ocurre cuando la Luna se posiciona entre la Tierra y el Sol; es decir, está en conjunción con el astro solar, lo que genera que no esté iluminada su parte visible. Es el momento más favorable para visualizar todo lo que se desea obtener en el siguiente ciclo de 28 días.
Esta fase es ideal para comenzar cualquier tipo de depuración; también es el mejor momento para comenzar a arar, podar, efectuar injertos o eliminar las malas hierbas de jardines, plantíos o cultivos. También es la etapa idónea para la meditación y la introspección.
LUNA CRECIENTE: ocurre cuando los rayos del Sol iluminan solo una pequeña parte de la Luna, la cual puede ser visible durante una parte del día y una parte de la noche. Esta etapa favorece la siembra de todo aquello que necesitará de cierto tiempo para germinar.
Ya que su energía creciente ejerce una influencia positiva en todo lo que está por desarrollarse, es un momento adecuado para poner en marcha cualquier proyecto. Además, en esta temporada se pueden realizar rituales de atracción, éxito, así como para atraer la buena fortuna.
CUARTO CRECIENTE: durante esta fase lunar solo se puede ver la mitad de la luna, la cual está iluminada por los rayos solares. Este periodo es ideal para acelerar trabajos cotidianos y ser productivo, puesto que la energía que irradia la Luna es perfecta para que el criterio racional esté en todo su potencial, lo que lo vuelve más objetivo.
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