En México existen una gran variedad de frases que han sido utilizadas desde hace muchos años, pero de las que comúnmente se desconocen su significado u origen, como pasa con la famosa expresión "dar gato por liebre", la cual es usada desde hace varias generaciones.
Muchos dicen que los mexicanos "nos pintamos solos" para crear expresiones, pero la realidad es que el lenguaje tiene una gran riqueza cultural, y en ocasiones muchas de las frases que usamos también son parte de la forma de comunicarse de otros países de América Latina, algo generado con la llegada de los españoles y la mezcla de las lenguas indígenas.
¿Cuál es el origen de la frase?
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) define a la liebre como un "mamífero del orden de los lagomorfos, de pelaje suave y espeso, (...) parecido al conejo, pero con orejas y patas más largas, de carrera muy veloz, que vive preferentemente en las llanuras y cuya carne es apreciada".
Mientras que del gato explica lo siguiente: "Mamífero de la familia de los félidos, lengua muy áspera, patas cortas y generalmente pelaje suave y espeso, de color blanco, gris, pardo, rojizo o negro, empleado en algunos lugares para cazar ratones".
El origen de la expresión "dar gato por liebre" se remonta a la Edad Media, cuando en las tabernas, posadas, mesones o puestos ambulantes se vendían platillos de liebre, pero en realidad estaban preparadas con carne de gato, debido a que era más barata y menos valorada.
Los historiadores de la lengua explican que los ciudadanos no se daban cuenta del engaño, ya que una vez desollados, ambos animales tenían el mismo aspecto, y el sabor era bastante similar.
La frase se hizo tan popular que el propio Miguel de Cervantes utilizó el refrán en su obra "El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha", en la que se puede leer: "porque el caballo en que iban a mí me pareció que antes volaba que corría; y así, no hay para qué venderme a mí el gato por liebre".
Significado de la expresión "dar gato por liebre"
Esta expresión hace referencia a una estafa o un embuste con una intención deliberada. En la actualidad, la frase popular es utilizada cuando se quiere vender algo por una cantidad superior al valor que realmente tiene, por lo que su significado es el engaño intencionado.
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