El Día Internacional del Beso Robado puede no sonar tan popular y su celebración está cargada con connotación hacia los amantes del amor y de la vida, al beso dado sin permiso, al que toma los riesgos de atreverse a sabiendas de que puede ser rechazado; sin embargo, desde hace algunos años este día se conmemora cada 6 de julio para recordar tan peculiar festejo.
El origen del Día Internacional del Beso Robado se remonta desde hace siglos en Europa, específicamente en la Gran Bretaña en el siglo XIX; no obstante comenzó a ser de dominio público en 2006 y desde entonces año con año se conmemora.
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Pero el día del beso robado no debe confundirse con El Día Internacional del Beso que se festeja cada 13 de abril. El Día Internacional del Beso Robado es conocido en inglés como Kissing Day, y aunque ambas festividades tienen distinto significado, tienen una cosa en común: resaltan los beneficios de besar.
¿Cuáles son los beneficios de besar?
¿Cómo se define un beso? De acuerdo con la científica de la Universidad de Texas, Sheril Kirshenbaum, autora del libro La ciencia de besar, un beso es presionar los labios contra otra persona, otras partes del cuerpo o hasta objetos.
Durante un beso, el cuerpo produce muchos fenómenos químicos como la hormona oxitocina encargada de tener un gran apego con otra persona; la dopamina que hace desear estar con tu pareja; y la serotonina, un neurotransmisor responsable de pensar en aquella persona a la que queremos de nuevo besar, relató la científica en entrevista con la BBC quien aseguró que besar es una conducta muy saludable.
Entre los beneficios de dar un beso resalta la quema de calorías, reduce la presión arterial y los niveles de colesterol en la sangre, además de aliviar el estrés, un beso libera la endorfina en el cuerpo que produce placer y bienestar.
El beso robado más famoso de la historia
Una de las imágenes más recordadas y homenajeadas en un sin fin de películas y series es el beso inmortalizado en fotografía tomada en el Times Square en la ciudad de Nueva York.
En la imagen se ve a un hombre vestido con el uniforme de la Marina de los Estados Unidos tomando por la cintura a una enfermera uniformada que está casi acostada sobre los brazos del marino mientras se dan un apasionado beso en medio de la calle mientras son observados por curiosos que sonríen ante el afamado ósculo.
La icónica fotografía fue tomada por el fotoperiodista alemán-estadounidense, Alfred Eisenstaedt durante los festejos por la victoria de Estados Unidos ante Japón en la Segunda Guerra Mundial, la cual quedó fotografiada en la historia de la humanidad y como buen pretexto para conmemorar el Día Internacional del Beso Robado.
RMG