CRUELLA DE VIL

La voz de Cruella; Emma Stone vestida por la diseñadora Jenny Beavan

Un largometraje que nos acerca al mundo de la moda, con una influencia punk/rock estilo Vivienne Westwood, mostrado en 47 looks diferentes

La voz de Cruella; Emma Stone vestida por la diseñadora Jenny Beavan
'Cruella' nos acerca al mundo de la moda, con una influencia punk/rock estilo Vivienne Westwood, mostrado en 47 looks diferentes. Foto: Cortesía Foto: Cortesía

Cruella la más reciente película de Disney, en donde la moda juega un papel fundamental para contar la historia de la icónica villana. Y es que Cruella de Vil posee una cabellera mitad blanca y mitad negra, que es un símbolo de la dualidad que vive en su interior, en donde bondad y maldad conviven en una historia de contrastes, a veces ángel y a veces diablo.

Dualidad que se expresa perfectamente en la narrativa de la película a través de la moda, como un medio de expresión y empoderamiento. Jenny Beavan es la diseñadora responsable del vestuario de Emma Stone, la protagonista, quien luce 47 looks diferentes en la película.

  • l Jenny Beavan fue la encargada del vestuario, quien ha sido 10 veces nominada al Oscar.
  • En los outfits de Cruella siempre están presentes los colores blanco, negro y rojo.
  • La película se desarrolla en los años 70, por lo que se muestra la moda de dicha época.

Los looks cuentan la historia de Estella hasta convertirse en Cruella. La película transcurre en los años 70, en donde la moda tenía una influencia punk/rock estilo Vivienne Westwood, y este se convierte en el estilo insignia de la sobria Estella, quien usa el cabello teñido de rojo y poco maquillaje, solamente disfrazándose con glamour para hacer sus estafas maestras.

Pero para la extravagante Cruella tres colores siempre deben estar presentes: negro, blanco y rojo, tanto en su vestuario como en su maquillaje y peinado. Y con este alter ego se entierra a la dulce y vulnerable Estella, para dar a luz a una mujer empoderada, invencible y fuerte con mucho delineador negro, chaqueta de cuero, látex, tez pálida y labios muy rojos que fungen como una armadura de hierro para protegerla contra todo aquel que pueda hacerle daño.

Con ella nacen vestidos dramáticos y voluminosos que serán la marca de la nueva villana glamurosa y excéntrica que no le teme a nada. En todos ellos se ve la influencia rockera y estilo punk. El uso de accesorios se vuelve mínimo volcando así toda la atención en los emblemáticos vestidos.

Uno de ellos, el que usa cuando sale del camión de basura, es un vestido parte rosa y con periódicos, en donde la cola larguísima va desprendiéndose a medida que el camión avanza. Y otro, el rojo que luce cuando desciende del auto y entra al baile de Blanco y Negro con una falda roja hecha de cinco mil 60 pétalos de tela, cortados y cocidos a mano.

El último outfit de la película, un traje mitad blanco y mitad negro de látex y tela, es un símbolo de cómo ella finalmente abraza y acepta la dualidad de su naturaleza y le da la bienvenida a su propio ser.

Un dato muy interesante es que la producción de la película convocó a organizaciones sociales de Argentina, México y Brasil para sumarse al proyecto y fomentar la inclusión de personas en situación de vulnerabilidad a través de oficios en la industria textil. El taller mexicano que participó se llama Impacto, y es de un grupo de mujeres en Chiapas que fortalecen los sectores textil y artesanal, para mejorar la economía y salud de ellas y sus familias.

Si eres fan de la moda, esta película es un deleite para los ojos que aprecian el talento del buen diseño y la alta costura.

POR BRENDA JAET

MAAZ

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