El baile de los 41, más allá de convertirse en la película más popular de los últimos días, es un evento histórico rodeado de secretos que se ha convertido en leyenda. De acuerdo con la información de la época, el 17 de noviembre de 1901, en la colonia Tabacalera de la Ciudad de México, se realizó una fiesta peculiar. En la lista de invitados figuraba el nombre de 42 hombres, entre los que se encontraba Ignacio de la Torre y Mier, el yerno de Porfirio Díaz.
¿Qué ocurrió durante la madrugada del 18 de noviembre?
En el magno evento participaron algunos de los hombres más importantes de la época, como Antonio Adalid, el ahijado de Maximiliano de Habsburgo y Carlota, quien era parte de la élite y la meritocracia del momento. Cuenta la leyenda que un gendarme escuchó ruido en una casa, aproximadamente a las tres de la mañana, por lo que acudió a investigar.
Al llegar al lugar de los hechos, el elemento de seguridad se llevó tremenda sorpresa al encontrarse que la mitad de los 42 invitados estaban vestidos con elegantes trajes de hombre y el resto estaba enfundado en finísimos vestidos y joyas, como si se tratara de mujeres. Ante lo impactante de la situación, ordenó la aprehensión de todos los hombres involucrados, pero solo uno logró escapar: el esposo de Amada Díaz.
El otro baile
A pesar de que el hecho trató de ocultarse con el objetivo de proteger a los reconocidos hombres involucrados, la prensa logró filtrar la información, pero omitió los detalles. El número 41 se convirtió en una de las primeras referencias homosexuales registradas en la historia del país y la osadía no pasó desapercibida por aquellas personas que también deseaban expresarse de esa manera.
De acuerdo con los registros de la Hemeroteca Nacional Digital de México de la UNAM, el cinco de febrero de 1902 se realizó “otro baile igual al de los 41”. Ese fue el titular con la que el diario independiente de la mañana “El Popular”, propiedad de Francisco Montes de Oca, abordó el caso y narró lo sucedido.
Candelaria de los Patos es un barrio histórico localizado al este del Centro Histórico de la CDMX, pero para esa época fue el lugar en el que se realizó un evento parecido al retratado en la película recién estrenada en Netflix. En las calles cuarta de las Palomas y Coyuya, el oficial de la Gendarmería Montada Miguel Sánchez acudió a verificar lo que sucedía.
¿La historia se repitió?
En el inmueble fiscalizado se localizaron 41 hombres, de los que 19 estaban vestidos de mujeres y portaban arracadas, medias, zapatos de tacón, caderas y pechos postizos, chinos y “toda clase de adornos femeninos”, lo que fue calificado como una “desvergüenza”, por lo que los hombres pretendían ser aprehendidos. Sin embargo, consientes del peligro al que se exponían, huyeron por una salida de la que el gendarme no tenía conocimiento.
Sin embargo, seis hombres no lograron escapar y fueron aprehendidos. Uno de ellos era corista de la Capital, dos planchadores, un perfumista, un catrincillo y un sacristán que pertenecía a una de las parroquias del barrio. Fueron ellos quienes confesaron acostumbrar a reunirse en aquella casa, pero una persona los delató con el gendarme. El periódico hizo públicos los nombres. Uno de ellos era Ángel Ramírez, de 22 años, y otro dijo llamarse Rafael López, los dos de nacionalidad mexicana. Ambos fueron puestos a disposición de la autoridad correspondiente para ser “remitidos a su destino”.
El baile de los 41 en televisión
El baile continúa siendo objeto de múltiples versiones que han llegado tanto a la pantalla grande como a la televisión. Aunque parece que la película estrenada en noviembre de 2020 podría ser novedad, el baile de los 41 fue retomado para la telenovela histórica “El vuelo del águila”. En esta producción de 1994, Ernesto Alonso fue el encargado de retratar las décadas que abarcó el periodo conocido como el “Porfiriato”.
Fue en esta telenovela se recreó la fiesta clandestina para una de las escenas. Con Manuel Ojeda como Porfirio Díaz, Arturo Ríos en el papel de Ignacio de la Torre y Lumi Cavazos como Amada Díaz, esta producción también dio mucho de qué hablar durante ese año.
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