Nuestras Causas

La verdad de las víctimas

Tras la conmoción social por este horrendo episodio, Bretón fue condenado a 40 años de prisión. Ruth comenzaría una larga lucha para ser reconocida como víctima de violencia vicaria

La verdad de las víctimas
Claudia S. Corichi García / Nuestras causas / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

Cuando la sociedad francesa sigue conmocionada por el caso Dominique Pelicot, el hombre que durante años drogó a su esposa para ser abusada en su propio domicilio por desconocidos y el estupor que provoca la figura del cirujano Joël Le Scouarnec que en dos décadas agredió sexualmente a 299 pacientes, la mayoría menores de edad, ahora conoce otro proceso judicial que ha llevado al banquillo a un personaje conocido.

Gérard Depardieu el mítico actor francés, está siendo juzgado por agresión sexual cometida contra dos mujeres que trabajaron en un rodaje en 2021. No era la primera vez que se le acusaba. Desde 2004, una docena de mujeres le señalaron de violencia sexual. La Fiscalía pide 18 meses de prisión para la estrella francesa. La sentencia se dictará el 13 de mayo. 

En España la publicación de un libro despierta aquí y allá profunda indignación. En 2011 en la ciudad de Córdoba, José Bretón asesinó a sus hijos Ruth y José, de seis y dos años. Incineró sus cuerpos en una finca familiar y quiso desaparecer todo rastro del crimen. Buscaba hacerle daño a su esposa Ruth Ortiz, que le había anunciado días antes su pretensión de separarse de él.

Tras la conmoción social por este horrendo episodio, Bretón fue condenado a 40 años de prisión. Ruth comenzaría una larga lucha para ser reconocida como víctima de violencia vicaria. La editorial Anagrama acaba de publicar El odio, un texto que recoge el testimonio del asesino, las razones que le motivaron y retrata su perfil. 

La madre acudió a la justicia a pedir que la obra no se distribuyera por intromisión ilegítima del derecho a la intimidad y la propia imagen de los menores fallecidos. Se trata de un ejercicio reiterado de violencia vicaria, perpetuando el daño a la víctima, una madre cuyos hijos fueron asesinados para dejarla a ella muerta en vida sin ellos. La editorial a quien hay que reprochar también, anunció el 27 de marzo que suspendía la distribución, pero el tema ya inundó las redes.

En los casos francés y español hay puntos en común: el intento de silenciar durante años a las víctimas sin que, afortunadamente, ese propósito se logre. Gracias a su valentía, ahora conocemos su verdad. El valor hoy está en muchos espacios, incluido México, dando la batalla contra la protección patriarcal de los violentadores. No hay espacio para la indiferencia.

POR MTRA. CLAUDIA CORICHI

PRESIDENTA NACIONAL DE LA COLECTIVA 50MÁS1

@CLAUCORICHI

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