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La UE, entre su división y Trump

“La Unión Europea se formó para fastidiar a Estados Unidos. Ese es su propósito, y han hecho un buen trabajo, pero ahora soy presidente”: Donald Trump

La UE, entre su división y Trump
Adriana Sarur / La Encerrona / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

La Unión Europea (UE) se encuentra en una encrucijada política y económica ante el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. Si algo quedó claro desde su primera administración -y mucho más ahora-, es que su visión del mundo choca con los principios de la UE: desconfianza hacia el multilateralismo, proteccionismo económico y una actitud errática en temas geopolíticos. Con la guerra en Ucrania en curso, las economías europeas debilitadas y el auge de fuerzas nacionalistas en el continente, el constante acoso económico de Trump se ha convertido en un punto de inflexión y en un golpe fuerte hacia la UE.

Uno de los mayores temores es el aumento de aranceles. Trump, que no sabe de historia, impuso aranceles al acero y al aluminio, sin recordar que la Unión Europea precisamente se formó como la Comunidad del acero y el carbón. También, al igual que con México y Canadá, amaga -un día sí y el otro también- con elevar los aranceles a los automóviles y a todos los productos de procedencia europea. La UE, como lo han hecho otras naciones, se ve forzada a responder con represalias comerciales, el primer golpe entrará en vigor el 1 de abril e impondrá aranceles de hasta el 50 por ciento a productos como motocicletas Harley Davidson, el bourbon de Kentucky y la soya de Louisiana.

Donald Trump ha respondido a esto con el alza al vino, champagne y otras bebidas espirituosas hasta con un 200%, perpetrando la “ley del más fuerte”; no obstante, la mayor preocupación de Europa no es económica, sino geopolítica. Con Rusia librando una guerra de desgaste en Ucrania, la OTAN ha sido el pilar de la defensa europea -cuestión que molesta mucho al magnate neoyorquino-, por lo que Trump ha señalado en múltiples ocasiones que no se comprometería a defender a los países europeos que no “paguen lo suficiente” por su seguridad. Esto deja en una posición vulnerable a casi todos los países europeos, principalmente a Polonia y las naciones bálticas, que dependen completamente del respaldo estadounidense.

Aunque sea por demás evidente que las acciones de Trump son en detrimento de la UE (y de cualquier otro país que no se alinee a los designios del estadounidense), en el ámbito político, el regreso de Trump alimenta aún más la crisis interna del Estado supranacional europeo. Movimientos populistas y euroescépticos, como el de Marine Le Pen en Francia o Alternativa para Alemania (AfD), se han visto fortalecidas al ver en él un modelo de éxito. La erosión de los gobiernos tradicionales en países clave como Alemania, Francia, Italia o España también complica la capacidad de la UE para responder de manera unificada.

Así, Europa debe prepararse para un escenario adverso, para que las amenazas trumpeanas se vuelvan realidad. Esto implica reforzar su autonomía estratégica, diversificar sus mercados y, sobre todo, fortalecer su capacidad de defensa sin depender de EUA. Si la UE quiere mantener su peso en el escenario global, debe actuar con determinación y unidad, de lo contrario, se arriesga a quedar atrapada entre el proteccionismo de Washington, la agresión de Moscú y sus propias divisiones internas.

POR ADRIANA SARUR 

COLABORADORA

@ASARUR

MAAZ

 

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