El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec (CIIT) se perfila como un motor estratégico para la transformación económica del sur-sureste de México. Sin embargo, su éxito no solo dependerá de la infraestructura industrial y logística, sino también de la consolidación un ecosistema de innovación que facilite la interacción entre empresas, academia, centros de formación y el sector público que incentive la generación de conocimiento y favorezca la transferencia de tecnología.
El Vicealmirante Juan Carlos Vera Minjares, Director General del Corredor Interoceánico, mantiene un diálogo con autoridades locales, coordinado por la presidenta municipal de El Espinal Lic. Esperanza Benítez Arizmendi; la dirección de ciencia y tecnología municipal y el Tecnológico Nacional de México (TecNM); con ello se han identificado sectores emergentes cruciales, como la ingeniería ferroviaria, la industria 4.0, el hidrógeno verde, la acuicultura, y la inteligencia artificial aplicada a la salud y la biotecnología. Todos estos sectores requieren de un talento altamente especializado para su desarrollo sostenible.
Para alcanzar este objetivo, es esencial la construcción de capacidades académicas y técnicas. En este sentido, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) desempeña un papel fundamental. Su misión es fortalecer la educación superior y la investigación mediante la colaboración interinstitucional, asegurando que el conocimiento generado en las universidades tenga un impacto real en el desarrollo económico y social de la región.
Con este propósito, se está impulsando la creación de un Centro de Investigación e Innovación Tecnológica ANUIES en El Espinal, que busca convertirse en un pilar en la formación de capital humano altamente calificado. Este centro integrará áreas estratégicas como biotecnología, inteligencia artificial, energías renovables y manufactura avanzada.
El Ecosistema de Innovación en El Espinal: Un Proyecto Estratégico
El desarrollo de este ecosistema, liderado por el CIIT, en colaboración con ANUIES, el TecNM, la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO) y los gobiernos estatal y municipal, no solo responde a la necesidad de formar especialistas en sectores emergentes, sino que también busca estrechar la colaboración entre la academia, la industria y el gobierno. Esta sinergia será clave para generar soluciones tecnológicas, impulsar el emprendimiento y garantizar que la capacitación esté alineada con las demandas del mercado laboral.
Es crucial que este ecosistema no se limite solo a la educación superior. Uno de los mayores retos será influir en la educación básica y media superior, preparando a los jóvenes para enfrentar los desafíos del futuro. Sin una base educativa sólida, será difícil que el talento local aproveche las oportunidades que traerá el Corredor.
Este desafío implica: 1) Mejorar la enseñanza de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) en niveles básicos y medios, promoviendo vocaciones científicas y técnicas desde temprana edad. 2) Desarrollar programas de formación dual y técnica que proporcionen habilidades prácticas a los estudiantes desde el bachillerato. 3) Vincular universidades y centros de investigación con escuelas de nivel medio y básico mediante mentorías, talleres y proyectos colaborativos.
El Espinal, con su disposición para albergar este ecosistema de innovación, tiene el potencial de convertirse en un modelo para el resto del estado. No obstante, el éxito dependerá de una gobernanza eficaz, donde cada institución tenga un papel bien definido y los distintos niveles de gobierno trabajen de manera coordinada hacia una agenda común de desarrollo científico y tecnológico.
El CIIT representa una oportunidad única para transformar la economía del sur-sureste. Su impacto dependerá de la integración efectiva de ciencia, tecnología y educación como pilares fundamentales del desarrollo. El éxito de este modelo dependerá de la capacidad para generar alianzas estratégicas, asegurar financiamiento sostenible y garantizar que la educación en todos los niveles esté alineada con las necesidades del futuro.
El reto es grande, pero las oportunidades son aún mayores. Por lo que, una intervención estratégica del Estado para catalizar la innovación, desarrollo científico y tecnológico es impostergable para aquellas regiones cuyo fin es generar una economía altamente competitiva, capaz de aumentar el bienestar de sus ciudadanos. El CIIT representa la posibilidad de implementar un modelo integrado de investigación e innovación cuyo propósito sea el nacimiento de un ecosistema que permita una economía basada en el conocimiento.
DR. HÉCTOR ALEJANDRO CABRERA-FUENTES
Profesor Investigador, Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca.
Asesor Científico, Tecnológico Nacional de México / Instituto Tecnológico del Valle de Etla.
Asesor, Vicepresidencia de Investigación y Desarrollo, Imam Abdulrahman bin Faisal University, Arabia Saudita.
X: @alexcafu
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