Definiciones

¿Cobijar al dictador?

La pregunta es para México: ¿solapará al dictador que se robó la elección? ¿O se colocará del lado de la democracia y libertades?

¿Cobijar al dictador?
Manuel López San Martín / Definiciones / Opinión El Heraldo de México Foto: El Heraldo de México

El dictador Nicolás Maduro es indefendible. Su régimen ha cometido incontables abusos y crímenes, que están a la vista de quien quiera verlos. Ha perseguido a quien disiente, encarcelado opositores y acotado a su mínima expresión las libertades. En Venezuela, sumida en la pobreza después de ser una nación próspera y con crecimiento económico hace un cuarto de siglo, ser opositor significa arriesgar la vida.

Millones de personas se han ido ya. Uno de cada cuatro venezolanos han emigrado ante la crisis económica, política y social. La dictadura se supera día con día.

Hoy es un día clave, porque Maduro, que no ha presentado una sola prueba de su supuesta victoria electoral, buscará tomar protesta para un nuevo periodo de gobierno. El dictador no mostró jamás las actas que avalaran que ganó. No podrá hacerlo porque las actas oficiales le dan el triunfo a la oposición, que sí las ha exhibido. Maduro buscará hoy robarse la presidencia de Venezuela concretando un fraude electoral. No ganó en las urnas.

Está contra las cuerdas. Por eso ayer su régimen, que encuentra sus soportes en el Ejército y grupos ligados al narcotráfico, secuestró a la líder opositora María Corona Machado tras una manifestación, y emprendió una persecución contra el presidente electo legítimo, Edmundo González Urrutia, que hoy debería asumir el poder.

Los atropellos y abusos, las violaciones a los derechos humanos y delitos cometidos, son inocultables. Por eso, este viernes 10 de enero es un día de definiciones. No solo para Venezuela, sino para el mundo. La tibieza es una forma de cobijar a los dictadores. Dejarlos hacer y no combatirlos, es una manera de complicidad. Una fecha como ésta no admite medias tintas: o se está con la dictadura o se le condena; o se apoya al dictador o se le combate. No hay espacio para las ambigüedades.

La pregunta es para México: ¿se solapará a la dictadura? ¿Nuestro país será comparsa del abusador? ¿Convalidaremos al dictador que se robó la elección? ¿O nos colocaremos del lado de la democracia y las libertades? ¿De qué lado de la historia quedará situado el gobierno mexicano? Asistir con una representación diplomática al juramento de Maduro para un nuevo periodo, sabiendo que no obtuvo un triunfo legal ni legítimo y aplaudir su ascenso al poder, significaría cobijar al dictador.

El mundo democrático, incluidos los países de izquierda de América Latina, como Colombia, Chile o Brasil, han pintado su raya con la dictadura. ¿Lo hará México? Estamos a horas de saberlo.

POR MANUEL LÓPEZ SAN MARTÍN    

M.LOPEZSANMARTIN@GMAIL.COM                                               

@MLOPEZSANMARTIN

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