Balones y pelotas

Concierto sin orquestador

El rendimiento del Madrid no radica en la falta de talento de sus fichajes, sino en la ausencia de aquel mediocampista teutón indispensable: Toni Kroos

Concierto sin orquestador
Tomás Lujambio / Balones y pelotas / Opinión El Heraldo de México Foto: Especial

Incluso los mejores músicos de todo el mundo pueden desafinar bajo el mando de un mal orquestador.  

A pesar de ser futbolistas francamente virtuosos con el esférico en sus pies, tanto Kylian Mpabbé como Vinícius Jr. y Jude Bellingham han demostrado en este tiempo que requieren, con urgencia, un buen orquestador que les permita entrar en sintonía. 

Aunque estas figuras, por sí solas, tienen la capacidad de arrasar a cualquier futbolista que enfrenten, su funcionamiento colectivo parece necesitar de un maestro que lleve la batuta.  

Desafortunadamente, para desgracia del Real Madrid, los más recientes fichajes del conjunto se han enfocado en reforzar posiciones ocupadas dentro del plantel, en lugar de centrarse en reemplazar la figura que dirigía el ritmo del equipo: el tiempista alemán, Toni Kroos.

A pesar del pobre desempeño mostrado por el conjunto merengue en jornadas recientes, el rendimiento del equipo no radica en la falta de talento de sus nuevos incorporaciones, sino en la ausencia de aquel mediocampista teutón que resultó ser indispensable para el funcionamiento del plantel. 

Durante el primer partido de la Champions League en contra del VfB Stuttgart, por ejemplo, el mediocampo blanco, liderado por Federico Valverde y Aurélien Tchouaméni, se mostró incapaz de replicar la precisión y la claridad táctica que Kroos aportaba al conjunto madridista. 

Durante el encuentro, ninguno de ellos mostró el potencial para manejar los tiempos del partido, ordenar la estructura del equipo y guiar los movimientos de los compañeros con la elegancia y el liderazgo que distinguían al alemán.

Hoy en día, los malos desempeños contra el Stuttgart, Las Palmas y la Real Sociedad, demuestran que la retirada de Toni Kroos deja un hueco casi imposible de llenar al frente de la orquesta merengue. 

Es evidente que, para el club madrileño, la partida del futbolista alemán supuso desajustar los engranajes de un reloj finamente calibrado durante años. 

Sin embargo, el Real Madrid no puede estar a la espera de una pieza que se encuentra, francamente, descontinuada. 

Desafortunadamente, el futbol de la actualidad ya no fabrica a jugadores como Kroos, y el duelo de su ausencia tendrá que ser superado velozmente por el equipo merengue. 

Al final, la retirada de Toni Kroos no sólo tuvo repercusiones emocionales en los que disfrutamos verlo patear la pelota, sino también repercusiones profesionales en los conjuntos que abandonó con su retiro. 

Su ausencia deja una herida nostálgica, pero también una grieta en el rendimiento deportivo de un equipo que, sin su brújula en el terreno, parece haber perdido el rumbo y las coordenadas de cada juego.

POR TOMÁS LUJAMBIO

EEZ

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