Es un hecho que nuestra presidenta electa, Claudia Sheinbaum, proyecta implementar, al inicio de su sexenio, una ambiciosa estrategia nacional de relocalización con el objetivo de aprovechar el fenómeno del nearshoring y atraer inversiones estratégicas al país, lo cual nos daría el potencial de crecer a tasas de 4% a 5% del PIB.
Dicha estrategia se basa en tres pilares fundamentales: desarrollo económico con bienestar social, aprovechamiento de la coyuntura internacional favorable a México, y una planeación integral a nivel nacional.
El primer pilar reconoce que el crecimiento económico debe traducirse en mejoras concretas para la población, ya que la meta del próximo gobierno es lograr la prosperidad compartida; el segundo busca capitalizar el momento de México en el mundo generado por las tendencias del nearshoring, y el tercero se enfoca en la planeación integral, con lo que busca articularlos en un plan de desarrollo económico regional que considere aspectos como ordenamiento territorial, recursos naturales, energía, vivienda social, salud y educación.
En el contexto global actual, el nearshoring se ha colocado como una estrategia clave para las empresas multinacionales que buscan optimizar sus cadenas de suministro, reducir costos y mitigar riesgos geopolíticos. México, por su proximidad geográfica a Estados Unidos y por su creciente capacidad productiva, se posiciona como un destino ideal para esta práctica. En el próximo gobierno el nearshoring puede ser una palanca crucial para impulsar tanto el crecimiento económico como el desarrollo social del país.
El nearshoring representa una oportunidad para reestructurar la industria nacional e incorporar un mayor valor agregado a nuestros productos, así como para tener una mano de obra más especializada, más tecnificada. Entre sus principales beneficios económicos y sociales podemos señalar los siguientes:
Crecimiento económico: puede atraer inversión extranjera directa, generar empleos y aumentar la producción en México, lo que podría impulsar el crecimiento económico del país; desarrollo social: La inversión extranjera puede traducirse en oportunidades de empleo digno y bien remunerado, y reducción de la desigualdad regional, ya que puede fomentar el desarrollo en regiones menos industrializadas del país, ayudando a cerrar las brechas económicas y sociales entre el norte y el sur de México.
El nearshoring ofrece una ventana de oportunidad única para México bajo el próximo gobierno de Claudia Sheinbaum. Si se implementa correctamente, puede ser un catalizador para el crecimiento económico y la transformación social del país, reduciendo desigualdades, mejorando la infraestructura y fortaleciendo el capital humano.
Aprovechar esta oportunidad requiere de una visión estratégica, un compromiso con la sostenibilidad y la creación de un entorno favorable para la inversión extranjera. Si se logra, el nearshoring, de acuerdo con lo proyectado por nuestra presidenta electa, podría no solo transformar la economía mexicana, sino también mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos en los años por venir.
POR MARÍA MERCED GONZÁLEZ GONZÁLEZ
SENADORA DE MORENA POR HIDALGO
@MARIAMERCEDG
EEZ