El pasado 2 de julio será recordado como un día negro en la historia del Partido Acción Nacional (PAN), por la confrontación entre sus liderazgos. Cuando la prensa preguntó al presidente su opinión sobre ese enfrentamiento público, fue contundente: “Cuando se reparte mal el botín, hay motín”, sintetizó Andrés Manuel López Obrador la mezquindad de los dirigentes panistas.
El punto de quiebre fue el resultado de la pasada elección federal, donde el partido conservador obtuvo la votación más baja de su histórica.
El pleito lo protagonizaron -en un programa de Internet en vivió- el exsecretario del Trabajo calderonista, Javier Lozano Alarcón y el dirigente del PAN, Marko Cortés, pero escaló hasta un expresidente de la república.
Lozano le reprochó sus “pésimos resultados” electorales, Cortés culpó al caso Genaro García Luna, el exsecretario de Seguridad Pública de Felipe Calderón, declarado culpable de narcotráfico por la justicia de EU.
Lozano calificó de cobardía no defender a Luna porque -justificó- trabajó para un gobierno panista, y culpó a Cortés de la derrota panista de 2012. También le recriminó haberse puesto en primer lugar de la lista de senadores plurinominales, pero Cortés pretextó que lo decidió la Comisión Permanente del PAN; comisión “que tú presides”, reviró Lozano.
Acorralado, Cortés repuso que fue por unanimidad, Lozano aplaudió y dijo: “por eso estamos tan jodidos”. Cortés le pidió que confesara que estaba enojado porque no le dio la senaduría plurinominal que le pidió.
Lozano respondió que era un “cabrón” y pésimo dirigente. Más tarde, el expresidente Calderón en la red social “X”, criticó a Cortés por encabezar la lista de senadores y dejar a buenos oradores fuera, y lo acusó de ser el dirigente que más daño le ha hecho al PAN y de usar el cargo “para servirse con la cuchara grande”.
Cortés le respondió que la caída del PAN fue al final de su gobierno y lo emplazó a explicar sí sabía lo de García Luna: ¿no te enterabas de lo que pasaba en tu gobierno o lo consentías? Cerró la reyerta el exlíder del Senado, Roberto Gil Zuarth, quien le escribió en “X” a Cortés: Dejas el peor resultado del PAN en su historia: 32 diputados y 16 senadores, después de la bailad que te dio “Alito”, presumes los votos del PRI y PRD como tuyos, pero te quejas del PRIAN, “ya tienes la pluri ¡ya siéntate!”.
Recupero pasajes del pleito, porque retratan la profunda disputa intestina que hay por lo poco que le queda al PAN. Esta confrontación es solo la punta del iceberg de un problema mucho mayor: la incapacidad para reconocer que el país ya cambió. Los ataques personales y las descalificaciones públicas deterioran la imagen de un partido, pero también socavan la confianza de sus militantes y simpatizantes.
Los líderes del PAN optaron por la autocomplacencia y la confrontación que conducen a la autodestrucción. En lugar de ver el poder y los cargos de elección popular como botín para vivir del erario, deberían ponderar el bienestar ciudadano, pero ni lo mencionaron en su pleito. Un verdadero cambio conlleva desligarse de los principios del capitalismo salvaje y adoptar un enfoque social y humanista
¿Podrá un partido conservador asumir este reto?
Por: Víctor Hugo Romo de Vivar Guerra, diputado electo Congreso de la CDMX.
X: @vromog
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